«¡Gijón, esta noche te beso! Gracias a toda la gente que lleva haciendo cola desde ayer», anunciaba el cantante y compositor malagueño en su cuenta de Twitter poco antes del inicio de su recital de anoche en la ciudad. Y llegó y besó. Porque fueron decenas de fieles las que, enfervorizadas, le aplaudieron, corearon, siguieron, gritaron y piropearon desde el primer minuto en que se subió al escenario del patio central de la Laboral, en un concierto muy animado en el que interactuó permanentemente con el público. En la gran plaza del recinto -con todas las localidades vendidas, según los organizadores- le esperaban entusiasmadas 8.500 personas.

Con un «¡buenas noches, Gijón!», y quince minutos de retraso sobre la hora prevista, arrancó su repertorio con el tema «Toda la noche». Minutos antes las colas para acceder al recinto daban varias vueltas al edificio. Las fans más madrugadoras no dudaron incluso en acampar 24 horas antes. «Tengo las entradas desde el primer día, y es el concierto número 21 al que vengo. Todos los conciertos de Pablo son diferentes. Aparte de cantar, toca los bombos y el piano, espero poder evadirme durante dos horas del mundo», comentaba la presidenta oficial de su club de fans, Marina Moreno, barcelonesa de 24 años, que llevaba haciendo cola desde el jueves. «Para mí Pablo es alguien importante en mi vida, hace tres años estaba enferma y su música me cambio. Además, en sus conciertos conoces a gente, somos todos como una gran familia», añadía esta chica, que había preparado una sorpresa al cantante repartiendo hojas escritas en las que se podía leer «tú música es nuestra luz». Sus seguidores vibraron con temas como «Deshidratándome», «Me iré», «No te olvidaré», «Yo no lo sabía», «Caramelo», «Dónde está el amor», «Te he echado de menos», «El beso» y «Perdóname».

A sus seguidores les agradeció la espera, pero antes tuvo unas cariñosas palabras para las víctimas del accidente de tren de Galicia. Para ellos y a «los voluntarios, médicos, policías, bomberos, psicólogos y periodistas» que se volcaron desde las primeras horas del siniestro dedicó su concierto de anoche, igual que hiciera el día anterior en San Sebastián. «Nadie se va a olvidar de lo que sucedió hace días en Santiago...», proclamó el cantante entre aplausos. «Gracias por hacer posible este sueño», continuó ante el abarrotado escenario gijonés.

Entre las primeras en verle se encontraban las gijonesas Jessica García González y Laura Díaz Priede, de 16 años. «Le vimos pasar en una furgoneta. Me acerqué a ver si me firmaba la camiseta, pero sólo saludó y se fue», explicaba Jessica, aún emocionada tras la espera. «Tenía mucho miedo por la lluvia, pero hay que creer en las energías, y el sol salió cuando empezasteis a llenar esto», dijo el cantante en el que podría ser el concierto del verano en Gijón.