Una carnicería puede ser un buen lugar para difundir el arte. La poeta María Castrejón y el artista plástico David Redondo, Flick, así lo piensan. Y han partido de esta premisa para dar luz a su acción artística «Llévate tu carne envuelta en una obra de arte». Ayer, los clientes de un comercio en San Esteban de Pravia se convirtieron en los primeros protagonistas asturianos de esta peculiar iniciativa. El carnicero Toni Cuervo sirvió sus productos cárnicos envueltos con un «fotocollage» de Flick acompañado por una poesía de Castrejón. Las reacciones a la propuesta fueron variadas.

La acción pretende «descontextualizar la obra artística»: la separa de sus lugares de difusión tradicionales y la carnicería se convierte en una suerte de galería donde el objeto artístico llega al público a través de la figura del carnicero, que actúa como intermediario.

Ésta es la tercera vez que Castrejón y Flick realizan esta acción. «Llévate tu carne envuelta en una obra de arte» se hizo por primera vez en la población madrileña de Cadalso de los Vidríos. «En esa ocasión, coincidió en el tiempo con la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco). Aprovechamos para acentuar aún más, si cabe, nuestro deseo de descontextualizar la obra», explica Flick. La segunda acción fue en el mercado del Val, en Valladolid. «Se trata de un lugar con mucha historia que está siendo trasladado. Cuando realizamos la acción, muchas paradas estaban ya cerradas», puntualiza Castrejón.

San Esteban de Pravia ha sido la tercera parada de «Llévate tu carne envuelta en arte». Castrejón y Flick barajaron, en un principio, la posibilidad de realizar su acción en Noreña. Sin embargo, finalmente optaron por este rincón del bajo Nalón dado que están unidos al pueblo murense a través de unos amigos. «Pasamos un par de veranos aquí», subrayan. Del mismo modo, el carnicero Toni Cuervo se involucró en el proyecto desde el primer momento. «Me parece una iniciativa muy curiosa», manifiesta.

María Castrejón y Flick distribuyeron ayer doscientos «fotocollages» seriados y firmados. La obra muestra dos manos, una de una anciana y otra de una chica joven, que se entrelazan mientras cae un chorro de agua sobre ellas. En el fondo puede verse un arcón vacío. A la derecha, un tique de la compra sobre el que Castrejón ha escrito un poema. El papel utilizado cumple escrupulosamente la normativa de consumo. La poeta ha recibido recientemente el III Premio de Poesía Experimental «Francisco Pino» por su obra «Cuervos vienen, carne huele».

Castrejón señala que las poesías empleadas en «Llévate tu carne envuelta en una obra de arte» son una metáfora sobre el consumo cárnico. «Para consumir carne tenemos que matar», explica. Y añade que al mismo tiempo indaga en lo efímero de la propia carne humana, condenada a morir.

La respuesta del público ha sido variada, desde la indiferencia hasta el respeto por la obra de arte. Todas sus reacciones han quedado plasmadas en un vídeo que Flick y Castrejón prevén proyectar. «La obra de arte es sólo el pretexto. Lo que nos interesa realmente son las reacciones que provoca la acción. Algunas personas valorarán la obra y quizá la conserven en sus casas. Es probable que otras la tiren a la basura», explican.

Castrejón y Flick planean hacer algo similar, pero utilizando una pescadería como contexto.