Devoción y folclore como mezcla perfecta para una de las mayores concentraciones del año. Así podría resumirse la jornada vivida ayer en Caravia Alta, donde centenares de vecinos y visitantes salieron a la calle para participar en una procesión de Nuestra Señora de la Consolación que resultó multitudinaria y contó con una gran carga de colorido y animación.

Minutos antes del comienzo de la misa en honor de la patrona de la localidad el ambiente festivo ya era palpable por las calles. Decenas de niños portaban sus trajes de asturianos, los bolos caían en la cancha instalada en la plaza de la iglesia y la gaita y el tambor anunciaban mediante una alborada la llegada del día grande de unos festejos que continuarán en los próximos días.

Terminados los oficios religiosos, una gran comitiva partió desde la iglesia para cruzar todo el pueblo. Tres carrozas movidas por pequeños tractores que en sus remolques llevaban a los más pequeños abrían un cortejo en el que tomaron parte dos ramos cargados de bollos de pan que finalmente serían subastados en la carpa de la fiesta para obtener financiación para próximos años.

Dichos ramos fueron transportados por los jóvenes Marta Pérez, Lucía Fidalgo, Eva Candás, Emma Pérez, Daniel Busto y Paula Acevedo, los cuales abrían paso a la imagen de la Virgen, que era llevada en volandas por los emocionados vecinos Juan Carlos Prida, José Manuel Alonso, José Ruiz y José Ramón Fernández. Éstos soportaron con entereza el fuerte azote de los rayos del sol durante el trayecto.

El recorrido que finalizaría en el mismo lugar de la partida, en el cual se terminó entonando la salve, dando paso al baile de la jota d'un puntu por parte de los integrantes del grupo folclórico «Xagardúa», de Colunga, que también se encargarían posteriormente de animar los prolegómenos de la subasta del ramo. Los actos tendrán hoy continuidad con la celebración de unos juegos infantiles a partir de las 17.30 horas y un baile de disfraces que se iniciará a las diez y media de la noche.