Se asomó al escenario de negro, como un vendaval, con lentejuelas y transparencias, acompañada por varios de sus músicos. Empezó el concierto puntual, con la precisión de un reloj suizo. Así es Malú, que protagoniza una de las giras más exitosas, con llenazos una noche sí y la siguiente también. Y que anoche hizo vibrar a Gijón y moverse sin descanso a sus incondicionales, la mayoría muy jóvenes.

Con una fuerza desbordante, de pie; sentada después a la hora de acometer sus canciones más tranquilas. En las más animadas, bailando con sus músicos, en un derroche de energía que incitaba al público a dar las palmas y a saltar. Al sonar "Voy a quemarlo todo", el torrente Malú se desbordó y se convirtió en carreras imparables de un lado al otro del escenario. Buena entrada aunque no se llenó el Palacio de Deportes: quedaron en torno a un millar de entradas sin vender.

Malú encandiló con su privilegiada voz pese a las limitaciones acústicas del recinto. Siempre sonriente y con su melena suelta. "Algo que tengo que decir y que me gusta decirlo siempre que empezamos un concierto: el gran objetivo es que salgáis con una gran sonrisa", saludó a sus incondicionales .Después cambió las transparencias y lentejuelas por el cuero y las tachuelas.

La cantante cuya carrera despegó -o mejor, se puso por las nubes- tras su participación en el programa televisivo "La Voz", ofreció a sus seguidores asturianos, que por lo que se vio ayer sobre las gradas del recinto deportivo de La Guía, son legión, dos horas de espectáculo de muchos quilates, con una escenografía impresionante.

La artista repasó gran parte de sus éxitos y presentó algunas de las canciones de su último álbum, "Sí", que está arrasando en las listas de éxitos. Así sonaron "A prueba de ti" "Me fui" o "Desaparecer".

No faltaron tampoco destacados himnos de esta cantante ya veterana pese a su juventud, como "Blanco y Negro" y "Como una flor", que fueron los bises de despedida. O "Ahora tú", "Te conozco desde siempre", "Vuelvo a verte" o "Aprendiz", el tema que compuso para ella Alejandro Sanz y que supuso uno de sus primeros éxitos. Y que interpretó acompañada al piano. También sonó, con impresionante despliegue de voz, la nominada a Mejor Canción en la próxima edición de los Grammy Latinos: "Sólo el amor nos salvará".

Los seguidores más fieles de Malú se muestran inasequibles al desaliento. Un grupo de chicas asturianas que pertenecen a su club de fans llevaban desde el miércoles a las nueve y media de la mañana haciendo cola a la puerta del Palacio de Deportes "para garantizarnos la primera fila y verla de cerca", explica Sheila González, de 18 años, avilesina, que estuvo acompañada en la larga espera por Débora González, también de Avilés; Yaiza López, allerana, y Verónica Laviana, de Gijón. Todos ellas habían estado ya en los conciertos que Malú ofreció en Madrid y en San Sebastián.

Y no salieron defraudadas de un recital compuesto por más de 25 canciones de las distintas etapas de esta cantante, que puso a sus seguidores en un puño cuando dejó que su voz, sólo acompañada por el piano, reuniera en un portentoso "medley" a su "Ángel caído" y "Te voy a olvidar".