La de ayer también resultó ser una cita memorable para el matrimonio compuesto por Manuel Fernández y Soledad Gancedo, del pueblo tinetense de Bullacente, que fueron nombrados Vaqueiros Mayores. La mujer explicó emocionada que fueron sus hijos quienes los propusieron ante la organización para un reconocimiento que "representa una alegría muy grande, porque somos vaqueiros de nacimiento", asegura Soledad Gancedo. El matrimonio acude todos los años a esta celebración que siente muy suya. "Es muy bonito, se vuelve a revivir lo que se hacía antes, cuando nosotros éramos críos", confiesa. Para su marido, la fiesta vaqueira y la celebración de la boda "es lo más grande que hay en el mundo", una forma de ensalzar la cultura vaqueira "a la que antes nadie quería pertenecer y de la que ahora somos todos", enfatiza Manuel Fernández. Ambos presumen de ser vaqueiros desde los tatarabuelos "por no ir más atrás", subraya Fernández, y se muestran encantados de ver cómo se continúa con las tradiciones, "sobre todo por parte de los jóvenes".

También recibieron el reconocimiento de vaqueiros de honor, por parte de la organización, el presidente del grupo de montaña "Estoupo" de Valdés, Rubén Díaz García; el presidente de la empresa Imasa, Tomás Casado Martínez (que este año recibió la "Amuravela de oro" que entrega la asociación "Amigos de Cudillero"); el investigador Amador Menéndez Velázquez; la directora del grupo de teatro "Factoría Norte", Carmen Gallo Gallo; el presidente de la asociación cultural de Tuña, José Manuel Bouzas Conde, y el párroco de Las Regueras, Pablo Gutiérrez. Del ámbito político e institucional llevarán esta distinción los alcaldes de Valdés y Tineo, Simón Guardado y José Ramón Feito, respectivamente; su homólogo de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, y el presidente de la Red Asturiana de Desarrollo Rural y regidor de Somiedo, Belarmino Fernández. Todos ellos acudieron a la fiesta vestidos con el traje típico y participaron del cortejo nupcial, acompañando a los novios montados a caballo y caminando tras la comitiva.

Tras la ceremonia, los invitados a la boda, la organización del festejo y los homenajeados compartieron mantel bajo una carpa en el alto de Aristébano, donde dieron buena cuenta de una comida típicamente vaqueira a base de lacón asado, chosco, rapa (un plato ancestral vaqueiro compuesto por una base de harina de maíz y centeno, berza, chorizo y jamón, cocinado al horno) y el postre con natas vaqueiras y café de puchero.

La fiesta se prolongó durante la tarde con el Festival de Folclore Vaqueiro.