"Cuanto más intentan reventar nuestras acciones o más intentan hacernos los grupos o personas contra las que estás luchando, me supone una mayor inspiración para seguir. Veo que les estoy dando en el punto que más les duele. No es que vaya pidiendo que los nazis nos den palizas. Pero si nos amenazan con la violencia es que algo estamos haciendo bien". El carácter luchador de Lara Alcázar le permite, a sus 22 años, seguir apostando firmemente por sus creencias. Por el movimiento Femen. Una iniciativa que lucha por los derechos de la mujer a base de mostrarse desnudas ante el mundo. En un año han doblado el número de miembros de Femen en España. "Si no hago algo, ahora que no tenemos mucho que perder, me arrepentiré el día de mañana", sostiene la joven activista asturiana.
Hace poco más de un año la asturiana Lara Alcázar se hizo famosa como el rostro español del movimiento Femen. La joven feminista se sumaba a una corriente de protesta en "top less" contra aquello que consideran negativo para sus intereses y que ha ido extendiéndose por todo el mundo hasta llegar a España. El pasado otoño irrumpía, junto a otras dos activistas, en el Congreso al grito de "el aborto es sagrado". Y comenzaba una lucha que ha ido a más. "Estamos cumpliendo objetivos. Hay más activistas y eso inspira mucho más", explica Alcázar.
Álvarez estuvo ayer en Gijón presentando el libro "En el principio era el cuerpo". En su tierra. En su Asturias. Porque Lara Alcázar, natural de El Entrego y residente en Gijón, pide más apoyo de sus paisanos. "Si por algo nos caracterizamos en el norte de España es por la lucha. Me sorprende que no haya más gente de Asturias o País Vasco que se una a nosotras. Tenemos unas cuentas activistas catalanas y a veces me choca que no haya más asturianas", señala.
El movimiento Femen cuenta en la actualidad con 20 integrantes activas. Y a nivel mundial suman ya 300. Pero no se conforman. "Es una familia que crece y esperemos que siga así", dice la asturiana.
Lara Alcázar reconoce que la forma que tienen de actuar, con protestas con el pecho descubierto, pintadas reivindicativas sobre el torso y una corona de flores sobre el pelo, supone un handicap para ganar más adeptos. "Este es un tipo de activismo complejo, arriesgado y que te condiciona", señala al mismo tiempo que explica que ayer recibieron amenazas de grupos de ultraderecha para reventar la presentación del libro, que finalmente no se llevaron a efecto.
Las numerosas protestas que ha llevado a cabo por todo el mundo les han hecho afrontar también momentos complicados. Aunque reconoce que en España es donde peor la han tratado. "En Suecia, la última vez que estuve allí, el arresto fue bastante brutal. Pero en España, si por algo se caracteriza la Policía Nacional, es por ser muy brusca, tirando a bastante violenta y por tratar a los activistas mal", reconoce. Y apunta el ejemplo de Madrid como el más dramático: "Es un estado policial". De ahí que incida en denunciar las situaciones que ha llegado a vivir: "Muchas veces en las comisarías no se respetan derechos fundamentales básicos".
Lo que ya ha perdido la cuenta es de las veces que ha estado detenida por manifestarse. "Te castigan por hacer una protesta política, pero por estar desnuda y ser mujer aún es peor. Si fuera un hombre no estaría ni la mitad del tiempo que me toca detenida. El cabreo ahí dentro es triple, pero me lo tomo con filosofía", señala.
Porque además ha tenido que hacer frente a multas económicas y a conflictos legales. "Toda acción tiene, por lo general, su represalia. A veces son más graves y a veces más leves. Cuando se está detenida es un estado de emergencia total porque nuestra situación financiera es mínima. Se hace un llamamiento para que la gente done por 'paypal'. Con cinco o diez euros que done cada persona que lo vea ya conseguimos sacar a las activistas", explica.
A finales de este mes está prevista una reunión del Consejo de Ministros para abordar la reforma de la ley del aborto. El principal caballo de batalla de Femen. "Va ser lo único que intenten cumplir del programa electoral del PP y lo más violento. Los gobiernos de derechas lo primero que intentan controlar es a la mujer. Pero no vamos a permitir que lo cumplan, o al menos no se lo vamos a poner fácil. No vamos a parar hasta agotar todas las posibilidades de protesta", relata Lara Alcázar.
Esta asturiana lleva más de un año de lucha por los derechos de la mujer. Y con las mismas ganas que el primer día.
