Suscitar el interés por la investigación en los jóvenes de cuatro de la ESO y de primer curso de Bachillerato. Ese es el objetivo del Campus Científico de Verano, organizado por la Universidad de Oviedo, que comenzó hace unos días en el edificio "Severo Ochoa", el más simbólico en materia de investigación biosanitaria, en el campus de El Cristo.

Unas jornadas que durarán hasta el próximo día 25 y que este año entran en su sexta edición. En torno a 120 alumnos, por turnos, son los afortunados que podrán disfrutar de estos días de contacto con la ciencia. Cada turno es una semana, con grupos de ocho jóvenes dispuestos a desarrollar múltiples actividades que les ponen en contacto con el ámbito científico.

Durante los cinco días lectivos que dura cada uno de los programas, los chavales reciben unas jornadas de formación básica impartidas por profesores universitarios y de enseñanza secundaria, Se trata de aprender qué es el método científico y cómo funciona. Pero no todo es teoría porque al final hay "examen", una forma para poner sobre la mesa los conocimientos que han adquirido a lo largo de la experiencia. La Universidad de Oviedo ofrece cuatro trayectos diferentes dentro de la iniciativa de captación de talentos.

El primer proyecto se denomina "Trending Topic La Tierra" y lo dirige la Facultad de Geología. Consiste en que los jóvenes descubran qué es la Geología y en despertar el interés por ella en todos sus aspectos, minería, piedras preciosas agua o relieve. El segundo proyecto, El Lenguaje de las Células, es orientado por los servicios científico técnicos de la Universidad asturiana. Este taller permite a los jóvenes estudiar células animales y vegetales usando equipos profesionales y laboratorios de alto rendimiento.

"Electrónica: diseña, construye, tira y... ¡gana!" es el tercer proyecto del campus científico. Trata de demostrar lo presente que está la energía en todas las facetas de nuestras vidas. Además, los jóvenes sabrán más sobre ordenadores, electrónica y energía al finalizar el campus.

El cuarto y último proyecto del campus es el taller de Bases Científicas de las Investigaciones Criminalísticas. Los alumnos deben asistir durante las primeras jornadas a sesiones de estudio y preparación en cuatro laboratorios distintos.

En estos laboratorios aprenden a realizar la compleja técnica de la espectrometría de masas, un análisis para identificar moléculas con gran precisión. Estudian las propiedades básicas del ADN, conocen cómo se analiza y descubren la información que esconde. Los alumnos participantes aprenden a utilizar un equipo de difracciación de rayos X para determinar las propiedades de una huella dactilar.

En el último laboratorio aprenden a analizar y a procesar imágenes mediante un programa informático. Los profesores han orientado todas sus explicaciones teóricas a la investigación y resolución de crímenes. Como tarea final, el equipo de profesores e investigadores de la Universidad de Oviedo ha tratado de emular un asesinato en el que los alumnos deben poner en práctica todos sus conocimientos.