Salinas y el surf están fuertemente unidos en el verano asturiano. El deporte de las olas ha tenido un crecimiento masivo durante los últimos años y en Salinas supone una de las principales atracciones para turistas y veraneantes de toda España, e incluso también del extranjero. El desarrollo del surf se ve reflejado en el número de escuelas y albergues que operan en la playa de Salinas: en el verano de 2009 Paulino Rodríguez puso en funcionamiento la primera escuela-albergue ( Las Dunas) de surf, y en la actualidad ya hay hasta cinco compañías que ofrecen ese servicio , sin contar las escuelas de surf que no ofertan alojamiento. Los más pequeños, sobre todo jóvenes de entre 10 y 18 años, son los principales clientes de estos negocios de ocio alternativo, si bien hay adultos que se animan a probar con la tabla, muchos acompañando a sus hijos.
Hay que distinguir entre escuelas y campamentos: las primeras dan clases de surf por horas, mientras que los campamentos no solo ofertan instrucción en el arte de cabalgar olas, sino que también garantizan la estancia y alojamiento, además de otras actividades deportivas o culturales. Son los llamados "surfcamps": campamentos de verano para los más jóvenes que quieren aprender los secretos del deporte de las olas. A día de hoy alrededor de 300 jóvenes están disfrutando de la estancia en los campamentos de Salinas. Los precios, semanales rondan entre los 300 y los 500 euros por persona, e incluyen todo el equipamiento para practicar esta disciplina deportiva. La rutina para los críos casi no varía de un campus a otro: los pequeños se levantan muy pronto, desayunan y van directos a hacer surf. Más tarde un descanso para comer y después vuelven al agua o a van a realizar otras actividades. El lugar de procedencia de los visitantes es heterogéneo, aunque Madrid es la provincia que más turistas desplaza.
Ramón Cuervo-Arango es un amante del surf que puso en marcha hace tres años el albergue-escuela Alamar Sur. "Es el tercer verano que estamos aquí. Soy de Salinas pero viajé por todo el mundo gracias a este deporte, y quería traer algo a mi tierra", relata en el albergue donde se alojan los niños: una gran casa gris de estilo inglés ambientada y decorada íntegramente con atavíos surferos. "La escuela va muy bien, ahora mismo tenemos 51 niños franceses, que es el máximo que podemos tener a la vez. Estamos con el campamento de los críos hasta mediados de julio y luego nos centramos en los cursos en los que esperamos que vengan muchos adultos", explica Cuervo-Arango.
En Alamar, al igual que en los demás campamentos, quieren ir mas allá del surf y ofertan más deportes y actividades culturales. Aunque el surf sea el principal protagonista la mayoría de los surfcamps incluyen actividades como tenis, padel, fútbol o skate . Además los pequeños también tienen la oportunidad de conocer un poco más de Asturias bajando el Sella o haciendo la Senda del Oso.
Paulino Rodríguez es el coordinador de Las Dunas Surf, fue el primero en probar suerte poniendo en marcha un surfcamp y afirma que "cada año crece el número de clientes". "Vamos mejor cada verano, esto se explica porque muchos de los que se animan a venir repiten otros años. Los niños se marchan muy contentos, comentan la experiencia en el colegio y vuelen al año siguiente con amigos". Rodríguez piensa que desde el Ayuntamiento se debería crear una corporación en beneficio de las escuelas y campamentos. "Sería bueno crear una asociación para promocionarnos todos juntos y hacer frente a los diversos problemas a los que nos podamos enfrentar", sentencia el coordinador de Las Dunas.