Los niños más intrépidos de Gijón disfrutaron ayer de un taller especial en el Museo Nicanor Piñole, convirtiéndose en pequeños artistas por un día. Desde primer hora de la mañana, los pasillos del centro donde se exhibe la colección permanente del pintor asturiano se llenaron de vida con familias enteras dispuestas a pasar el domingo de una forma diferente; jugando y aprendiendo juntos. Los pequeños tomaron como modelo revistas de los años setenta donde aparecía, todavía infante, el actual Rey, Felipe VI.

La actividad se organizó en el contexto de la exposición temporal que el museo alberga este verano con algunas de las obras más representativas de Gregorio Prieto, artista cercano a la generación del 27. La encargada de dirigir el taller fue Maite Centol, que se refirió al evento como "una forma de acercarse en familia al arte y descubrir la obra de grandes artistas a través de la práctica".

Este taller ha sido especial por dos motivos. En primer lugar, por ser uno de los pocos seminarios organizados por el museo pensados para la familia al completo. Centol explicó que "es un formato que funciona muy bien, el niño y su padre o madre colaboran como iguales. No se trata de que el progenitor haga la parte difícil y el niño la fácil, así se mezcla la creatividad que tienen los más pequeños con la estabilidad de un adulto". Por su parte, a los padres participantes esta idea les ha encantando. Begoña Pardo, que acudió con su hija al taller, cuenta que "normalmente cuando viene no puedo estar con ella, pero si me dejan me gusta quedarme".

La segunda razón que hizo de este taller un evento tan especial es la parte práctica dirigida a los niños al final del recorrido. Los pequeños de la casa tuvieron la oportunidad de convertirse en artistas imitando el trabajo de otros grandes como Gregorio Prieto. Solo hicieron falta telas y objetos cotidianos y un chorro desbordante de imaginación para convertir una sala del museo en un estudio de fotografía. "Se busca reproducir el ambiente de la academia del artista. Ellos piensan la escenografía y la idea que quieren que aparezca y yo les hago la foto igual que en su día hizo Gregorio Prieto", comentaba Centol.

La convocatoria parece haber sido un éxito. Begoña Pardo señala que es una iniciativa fantástica para salir de la rutina. "Me gusta hacer cosas distintas con mi hija, no solo ir al parque y jugar. Quiero que aprenda de un poco para que luego elija lo que más le gusta", sostiene. Alejandra Álvarez no duda al afirmar que "el taller es muy participativo para madre e hijo".

Está previsto que se repita de nuevo en las mañanas del 23 de agosto y el 13 de septiembre de forma gratuita. Quienes anuncian que repetirán son María Llaneza y su hijo Enrique. "Las expectativas de los talleres del museo son altísimas y siempre se cumplen. Ha sido maravilloso", aseguró.