El verano busca su canción y no lo tiene nada fácil desde que desaparecieron de la primera línea musical King África o Georgie Dann. Las letras simplonas, los estribillos machacones a la par que pegadizos y las coreografías fáciles son la seña indiscutible del "hit" estival. Los expertos saben que meter un par de frases en otro idioma, preferiblemente en inglés, aunque no vengan a cuento, siempre ayuda a triunfar. Hubo una época en que la temática animalísta dio mucho juego y aprender temas como "El venao" o "El tiburón" te convertían en el rey de la fiesta. En la historia de las canciones que triunfaron en las fiestas de prau también se encuentran temas con nombre propio. Así, el ritmo de "Salomé" volvía loco a Chayanne y como "María" era puro veneno y además caliente y fría a la vez, al final Ricky Martín se hizo un lio y optó por cambiarse de acera. Otro método infalible para colarse en el repertorio estival era directamente inventarse palabras. Ahí están como ejemplo el "Aserejé" de las Ketchup o el "Waka Waka de Shakira". Dicen que este año "La gozadera" de Marc Anthony y Gente de Zona, va a ser la canción que más nos haga mover el esqueleto aunque seguro que ni punto de comparación con lo que bailamos la "Macarena" de los del Río. No obstante, en esto de la música, como en tantas otras cosas, en Asturias siempre fuimos un poco por libre y marcando tendencia. Aquí los que partían la pana siempre fueron Cholo Juvacho y Vicente Díaz. Una fiesta de prau en la que no se cante "que tien esta sidrina que sabe tan bien...", no es una fiesta.