Perros que fueron abandonados, perdidos, maltratados o no deseados fueron los protagonistas, en la tarde de ayer, de la quinta espicha benéfica con mascotas a favor de la protectora "masquechuchos". Al acto acudieron, entre voluntarios de la asociación y adoptantes, al rededor de 50 dueños, todos acompañados de sus animales. El objetivo principal del evento, además de festejar que estos canes ya tienen quien les cuide, fue recaudar una pequeña cantidad de dinero que ayude a financiar los costosos gastos que supone el mantenimiento de la protectora.
Masquechuchos es una organización que no recibe apoyo económico de las administraciones. Los particulares que adoptan, los eventos benéficos que la asociación organiza y alguna que otra persona que se presta a ayudar por su cuenta, son los únicos ingresos que la asociación obtiene.
"Apenas tenemos ayudas, es muy difícil costear los continuos veterinarios y pagar los cien kilos de pienso diarios", comenta Bea Casares, una de las organizadoras de la asociación y dueña de "Clooney". Además, este año la cosa se ha complicado porque el ayuntamiento de Oviedo ha obligado a la protectora, dado que no cumplía con la normativa municipal de núcleo zoológico, a derribar su refugio por completo.
Pero los responsables de la organización no se han dado por vencidos y pretenden, a golpe de eventos benéficos, recaudar el dinero suficiente para construir una sede totalmente nueva y acondicionada. "La sede tiene 18 años, no tiene muy buen aspecto, pero preferimos dar a los perros de comer", declara Casares. "Estamos esperando a que el ayuntamiento nos reciba y nos ayude, no solo es por los perros. El Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) trae a personas con problemas para disfrutar con nuestros animales. Creo que ambos se benefician y que por eso deberían ayudarnos", explica la fundadora de la agrupación, Blanca María Rodríguez.
El proceso de adopción, para evitar que los perros vuelvan a sufrir lo mismo que antaño, es muy estricto. "Valoramos todo, las familias hacen un cuestionario y después, yo hablo con ellos para ver que perro es el adecuado. El animal tiene que tener una personalidad similar a la de su dueño", comenta Rodríguez.
Ahora, gracias a la asociación, son muchos los que ya pueden disfrutar de sus mascotas rescatadas. Es el caso del matrimonio formado por Marimar Martínez y Paulino la Fuente. Ambos colaboran con la organización y acogieron a dos perros: "Lucas" y "Nina". Se hicieron con el primero hace tan sólo dos veranos y, de los nueve años que tiene, siete los pasó sin dueño. "Nina", adoptada hace tan sólo un año, tiene graves problemas de audición.
Nacho Fernández y Eva García es otra pareja que hace tiempo decidió adoptar. Y lo hicieron con "Las Natillas": "Cuca" y "Luna", madre e hija de 15 y 13 años, respectivamente. "Milka" fue otra de las afortunadas. Su dueña, Pilar Comlor, asegura que, "nada más verla, me enamoré de ella y tuve que adoptarla".
La protectora empezó de la nada con tan sólo tres perros que Blanca María Rodríguez rescató hace 18 años. Poco a poco, la asociación ha ido creciendo. Hoy ya cuenta con cerca de 200 canes y medio centenar de gatos. Todos están a la espera de que una familia los acoja.
