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La playa de Verdicio es "la nueva Ibiza" de la costa asturiana

La oferta cultural y deportiva del arenal gozoniego satisface todo tipo de gustos

Verdicio es ese lugar salvaje y virgen buscado por los cazadores de olas y por todos aquellos que quieren disfrutar de una tarde al lado del mar. Se ha convertido en "la nueva Ibiza" de la costa asturiana. No solo por el entorno natural incomparable y único, sino también por la amplia oferta de actividades que tiene la playa situada en el concejo de Gozón. Las posibilidades del arenal gozoniego son infinitas, desde música al aire libre a rutas por el entorno del arenal, pasando por actividades infantiles hasta deportes acuáticos.

Son muchos los que se acercan a los chiringuitos que hay alrededor de la playa a disfrutar del buen tiempo. "Venimos a Verdicio por el paisaje, la poza, el ambiente, la música. Se está genial." comenta Carlos Diéguez sentado en uno de los bares que hay cerca de la orilla. "Además yo prefiero el "prao" a la arena", asegura Lara López.

Verdicio se está convirtiendo en una visita obligada para todos los amantes de las puestas de sol. Uno de los lugares perfectos para ver "algunos de las mejores atardeceres", según los habituales de esta playa, es el chiringuito "Las Dunas" ubicado cerca del acantilado. En este bar incluso organizan un concurso de fotografía dedicado al ocaso.

""Las Dunas" ha dejado de ser solamente un bar, se ha ido convirtiendo durante los cinco años que lleva abierto en un centro social y cultural", asegura su propietario Francisco Lombardo. Conciertos, rutas por las cuevas del cabo Peñas, monólogos, talleres de cometas, y actividades con nombres tan curiosos como "La noche de las estrellas" constituyen una singular oferta de ocio. "También estamos abiertos a todo tipo de sugerencias en cuanto a actividades se refiere, siempre que respeten la seguridad y el entorno", asegura Lombardo.

¿Quiénes son los habituales de Verdicio? "Hay de todo, gente de la zona, extranjeros que llevan viniendo muchos años, de todo", comenta Lombarante ante la gran afluencia de gente que tiene el arenal. "Este año está un poco más flojo, pero aún así viene mucha gente", asegura el hostelero.

Además de aquellos que vienen persiguiendo el relax, entre los visitantes de Verdicio también se encuentran los cazadores de olas. "Vivo en San Martín de Podes y bajo siempre que hay olas" asegura Sergio Fernández, uno de los "locals" (el termino se refiere a los surfistas que son habituales de una playa en concreto) del arenal gozoniego. Pero en estas aguas no solo surfean los habitantes de la zona. Germán Gutiérrez es un cántabro que lleva viniendo "cinco o seis años ya". "Pero no solo busco olas, la comida y la bebida también me llaman, también eso es cultura", asegura el surfista. Para los no surfistas no tan habituales, en la escuela de surf de la playa alquilan tablas.

"Lo que no sabe la gente es que Verdicio es bastante peligrosa", comenta uno de los socorristas, Stefano González "aunque las personas que quieran siempre se pueden bañar respetando la zona establecida para ello", recuerda el socorrista. Las corrientes transversales, la gran apertura de la playa y el hecho de que sea el punto más al norte de toda la costa asturiana hacen de esta playa un entorno único.

"A la gente lo que le llama la atención es el entorno natural, es una playa muy salvaje, muy pura. Los turistas que vienen del sur quedan impresionados con ella", afirma el miembro del cuerpo de socorrismo.

Toda esta riqueza natural es posible gracias a que la zona se encuentra dentro del "Paisaje protegido del cabo Peñas". Estas zonas protegidas se caracterizan por su carácter definido que les aporta un especial valor natural o cultural.

Otro de los atractivos que tiene Verdicio es su proximidad con las playas de Carciniega y Aguilera. "Nosotros no venimos mucho pero nos encantan las olas y el paisaje", comenta Sergio Morchón.

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