"La música soul nunca morirá porque sale de dentro de las personas". Así de claro lo tiene la artista Betty Harris, que ayer ofreció el concierto estelar de la XXI edición del festival Euroyeyé, en la plaza Mayor gijonesa, ante numeroso público.

Considerada una de las divas de la música negra estadounidense de la década de los 60, Harris tuvo varios singles de éxito como "Cry to me" o "Nearer to you", que fueron populares a ambos lados del Atlántico. De hecho, la artista afirma que no le costó nada decir que sí a la invitación para participar en el Euroyeyé porque "me consta que mis temas son conocidos en esta zona de España".

A sus 76 años, Harris es tan solvente hablando de música como contundente cuando se le pregunta sobre Barack Obama, el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca: "Nunca creí que viviría para verlo", dice emocionada. "Está siendo un presidente excelente. Gracias a él y por primera vez hay sanidad para todos en Estados Unidos", afirma la veterana cantante.

La carrera musical de Harris comenzó en Nueva York, donde, en la primera mitad de la década de los 60, se hacía un tipo de música similar a la del mítico sello "Motown". Después, cuando se trasladó a Nueva Orleans, la artista se vió obligada a adaptarse al estilo de la zona sur del país, con el que no estaba familiarizada. "No tenía ni idea de lo que era el funk hasta que llegué", rememora entre risas para ilustrar su desconocimiento de uno de los géneros que, junto al soul y el ryth & blues, han tenido un papel protagonista en su trayectoria.

La norteamericana, nacida en Orlando (Florida), se retiró del panorama musical en 1970 y no fue hasta el año 2001 cuando se subió de nuevo a los escenarios. "Quería llevar una vida normal, dedicar tiempo a mis hijos y también descubrir quién era en realidad", explica . Subraya sin embargo que abandonar el mundo de la música le resultó duro porque "inevitablemente, te acostumbras a la fama y a un determindado modo de vida". El retorno, ya en pleno siglo XXI y motivado por el hecho de que "ya no tenía de quien cuidar", no le resultó difícil porque "la música nunca se va del todo de ti".

Para mantener viva la creatividad, la diva sigue escuchando "todo tipo de música" a diario, desde rap a temas españoles, pasando por temas de artistas comerciales. "Gracias a lo que escucho en las canciones de otros artistas soy capaz de reinventar lo que hago yo en el escenario", comenta una Harris que, consciente de que una parte de su público está formado por gente joven, otorga una gran importancia a la renovación de su puesta en escena.

Aunque empezó su carrera muy vinculada a la música gospel por sus padres, ambos predicadores, la artista afirma que "en realidad, no tengo influencias". A su juicio, mantener la distancia con los demás artistas y no encasillarse en un único género le ha permitido "encontrarme a mí misma y desarrollar un estilo personal". A Betty Harris su dilatada carrera musical le ha dado para mucho y, aunque no lo creyera, también para ver a un negro como inquilino de la Casa Blanca.