En Inverness no tienen whisky. Y es una lástima. Lo que sí que tienen es un castillo de color rojo y las huellas de San Columba por dondequiera que vayas. San Columba es a Escocia lo que San Patricio a Irlanda: un tipo crucial.
Inverness en gaélico significa desembocadura del río Ness. Y el río Ness muere donde vive el monstruo de mentira que ahora parece ser que no era un diplodocus y sí, en cambio, un pez gato.
Pero Inverness es mucho más. Remite, por ejemplo, al policía aquel de Chicago que persiguió con constancia y devoción al mafioso Al Capone y también el tráfico de bebidas alcohólicas. Allá cuando la Ley Seca. Inverness, el lago Ness y Eliot Ness, homofonía y misterio para una de las seis ciudades escocesas con cédula real. Las otras son Aberdeen, Dundee, Edimburgo, Glasgow,y Stirling, pero de ellas ya hablaremos otro día.
Lo importante de esta ciudad no es que en ella desemboque el Ness. No. Lo importante es que es la capital del concejo unitario de las Highlands. Las Tierras Altas tienen una superficie semejante a la de Galicia, pero una densidad de población de 9 personas por kilómetro cuadrado: no hay ni Dios. Y ahí está su encanto: misterio, tradición...Pero poco whisky. Las Highlands no son mucho de producir whisky (ay, la crisis). Sí, sin embargo, la vega del río Spey, a un paso de Inverness, a un paso de la capital gobernada por Macbeth antes de que empezara a afilar cuchillos y a sembrar de sangre su reino sin whisky.
