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Los acróbatas del asfalto toman Avilés

A los deportes urbanos más practicados, como el skate, se ha unido recientemente otro llegado de Francia: el parkour, que consiste en aprovechar obstáculos para desplazarse

Kevin Menendez realiza un salto sobre un muro. irma collín

Las tribus urbanas avilesinas se han multiplicado; a los jóvenes aficionados al skate o BMX (bicicleta extrema) se han unido desde hace un tiempo los practicantes de parkour, un divertimento que se caracteriza por moverse por la ciudad aprovechando los obstáculos (paredes, muros, vallas...) como elementos de impulso. Diego Paredes, de 18 años, cinco de ellos practicando parkour, es uno de esos jóvenes que parecen emular a Spiderman: "De pequeño era muy inquieto y encontré en el parkour el deporte perfecto para mí". Para aquellos a quienes esta práctica originaria de Francia les sea ajena, consiste en desplazarse por cualquier entorno, usando las habilidades del propio cuerpo, procurando ser lo más eficaz posible y efectuando movimientos seguros.

"Antes teníamos algún problema con los vecinos, porque no sabían lo que estábamos haciendo pero ya nos conocen y no nos dicen nada", asegura el joven, que con el tiempo han ido perfeccionando su técnica. "Lo descubrí por internet, también me lo enseñó un amigo y me animé", explica Diego Paredes. El interés por el parkour es algo extendido en su familia, ya que su hermano pequeño también lo practica. "Veía a mi hermano cuando empezó y le seguí. Yo tenía entonces 9 años. Era como él, muy inquieto. Llevo en la sangre lo de saltar", comenta el "peque", Carlos Paredes.

Una de las características más llamativas de esta práctica a caballo entre el deporte y el divertimento es la "no competitividad", por lo que algunos "treucers" (como son llamados los que practican el parkour) están en contra de que se realicen competiciones. Lo que sí hay en Asturias son exhibiciones en colegios o en eventos puntuales. Uno de los grandes ejemplos a nivel nacional es el "Mulafest", en Madrid.

Otra actividad urbana que tiene gran aceptación entre los jóvenes avilesinos es el skate. Mucho más conocido que el parkour, los surfistas del asfalto tienen su principal punto de encuentro en el skatepark de La Magdalena. Incluso hay equipos en la ciudad, como el que dirige Gustavo Cordero, propietario de una tienda de material deportivo. "Monté esto porque los skaters venían buscando patrocinios. De esta forma, las tablas y la ropa les cuesta menos", comenta Cordero.

Jean Roces, un avilesino de 15 años, lleva dos patinando. "Me gustaba el skate porque no entraña tantas obligaciones como otros deportes", afirma. "Conocí a Gustavo patinando y así entré en el equipo", dice el joven avilesino, participante en la "Arnette O'Marisquiño" de Vigo, una de las competiciones más importantes de skate que se celebran en España. "Competí contra gente mayor, así que no tenía muchas posibilidades, pero para mí lo mejor fue la oportunidad que me dio el hecho de estar ahí".

Uno de los patinadores más populares y afamado de Avilés es Emilio Arnanz, el organizador del torneo "Element Skatecamp" en el País Vasco y uno de los organizadores del múltiples ediciones del Torneo "El Bollo" de Avilés. En contra de lo que muchos piensan, el skate no solo es un deporte alternativo, puede ser también una forma de vida saludable. Ya lo dice la Organización Mundial de la Salud cuando advierte de que la obesidad infantil es una lacra y que la chavalería debe hacer ejercicio; el que sea.

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