El tirón de la playa de Rodiles es indiscutible. Este verano los arenales de la región están hasta la bandera, pero el maliayés se lleva la palma. Y para muestra, los datos de ocupación de estos días: 15.000 bañistas el sábado, 28.000 el domingo y 12.000 el lunes; aparte, para el próximo domingo se esperan superar todas las expectativas al ser tradicionalmente el de mayor afluencia del verano.
¿Pero qué tiene Rodiles que tanto encandila? Da igual que el aparcamiento sea de cobro o gratuito, porque cuando sale el sol, la playa se llena. Una de las grandes ventajas es que su amplitud evita la sensación de agobio a pesar de que sean muchos los bañistas que coloquen su toalla en la arenal. El maliayés Benjamín Meana es uno de los más fieles a Rodiles. Todos los días del año acude a recorrer unos ocho kilómetros por el entorno y finaliza dándose un chapuzón. Reconoce que esta "disciplina" le va de maravilla y se ha bañado, incluso, nevando.
"Rodiles es el paraíso de los paraísos", resume. Además de ser la playa que le queda más cerca, para él reúne unas condiciones que considera "únicas", en referencia a "una sombra natural que tienen pocas y un espacio que te permite tener kilómetros cuadrados de arena". Para evitar los colapsos del fin de semana y de los días soleados del verano, principalmente de agosto, madruga para abandonar la playa cuando empieza a llenarse: "Los de fuera también tienen derecho de disfrutar de Rodiles. Yo lo hago todos los días".
"Todas las playas desde la Villa hasta Llanes están hasta arriba este año", destaca el coordinador de salvamento de Villaviciosa, Fabio Castro. Pero el arenal maliayés sobremanera. Castro lo achaca a que "todos los servicios que ofrece son gratuitos", aunque tampoco se olvida del "encanto" que la caracteriza al encontrarse en un "marco incomparable" y ser una "playa abierta, con un arenal muy grande, la sombra del eucaliptal, permite realizar deportes acuáticos, tiene la ría cerca... Te da un millón de opciones", argumenta.
La maliayesa Lorena Tuya García, que despacha helados en el puesto de "Los Valencianos", vive diariamente de cerca el éxito de Rodiles. Lo atribuye a su limpieza, a que no tiene rocas ni algas y, sobre todo, al eucaliptal. Un gran refugio para quienes desean un poco de sombra. Las buenas comunicaciones por carretera y ser "la playa no urbana más cercana de Oviedo" es otra de sus claves. Vecinos de la Cuenca Minera y de León son algunos de los habituales.
Surf: la ola internacional
Pero Rodiles ofrece mucho más que baños de sol y mar y descanso bajo la sombra de sus eucaliptos. Sus buenas condiciones para el surf son conocidas en medio mundo. "Su ola es internacional. Está entre las cinco mejores olas de arena de izquierda", explica Marco Rodríguez, un surfista piloñés asiduo a la playa maliayesa.
Otoño, primavera e invierno son las mejores épocas. Jorge Hevia practica bodyboard y para él es la playa de toda la vida y el lugar de reunión de los amigos. "Pasamos el año aquí", apunta. Javier Argüera prefiere otra modalidad, el pádel surf en ría y playa. Cree que el entorno es otro de los grandes atractivos. Coincide en que la primavera y el otoño son los mejores. Es una opinión que también comparte el surfista naveto Alejandro Pidal, que además suele disfrutar del arenal con su hija. Se decanta por Rodiles simplemente porque le encanta. Los madrileños Hernán Palau, Pablo García, Mayo Rey y Rafa Cort se subieron ayer a la tabla en esta playa, "que se conoce en toda España porque hay muchas olas y se surfea guay", afirma Hernán Palau.
