Más de un centenar de mujeres ataviadas con el traje de aldeana llanisca rindieron ayer homenaje a San Justo y San Pastor, los santucos de Porrúa. La fiesta, una de las más concurridas de la agenda veraniega en el concejo llanisco, dio comienzo pasadas las doce de la mañana con el atronador sonido de los voladores que antecedió a la salida del ramu.

Los ramos, pirámides de madera repletas de pan y decorados con hortensias, partieron del barrio de la Horcada ante el jolgorio de los presentes. Uno de ellos lo pagó Ramón Amieva para celebrar, de esta manera, el reciente nacimiento de su nieto. Ambas estructuras portadas a hombros por Miguel Fernández, Manuel Huergo, Norbat Hagele, Raine Beha, Jaime Santos, Toño Barroso, Germán Gómez y Marco Coro, eran del mismo tamaño. Uno de esos llevaba los colores de la bandera de Asturias. Los acompasados cánticos de las aldeanas acompañados del repicar del tambor y de las panderetas se incrementaron al llegar a la iglesia.

"Por el medio de este pueblo pasamos con alegría para saludar a San Justo en su santísimo día", rezaba una de las coplillas. La llegada de los ramos, de las aldeanas y de los hombres ataviados con el traje de porruano al templo antecedió al cántico de la reverencia en el interior del sagrado lugar. Acabada la misma se volvió a formar el cortejo para, esta vez, con las imágenes de San Justo y San Pastor, procesionar por las calles entre el estruendo de los voladores y los vítores de los presentes.

Entre la multitud de espectadores que siguieron la celebración, personas llegadas desde diferentes lugares de Asturias. El ovetense residente en León Ángel Arango y su madre, Celia Arango, fueron dos de ellos. "Buscamos fiestas por toda Asturias para disfrutar del verano", dijo Ángel Arango. Fue la primera vez que ambos acudían a la celebración.

"Hacía tiempo que queríamos venir a esta fiesta", señaló Ángel Arango, mientras, al paso de la procesión, fotografió a su madre junto a uno de los ramos. Una foto que muchos repitieron en Porrúa.

Tras la procesión con la imagen de los santucos tuvo lugar una misa solemne que oficio el sacerdote de la localidad, Francisco Panizo. La mañana festiva se cerró con el ofrecimiento de los ramos y un completo festival folclórico en el que los jóvenes de la localidad llanisca interpretaron al son del tambor y de la gaita que tocaron respectivamente Monchu Cue y Julián Herrero, el xiringüelín, el quirosanu, la danza del señor San Pedro, el xiringüelu de Naves, la jota del Cuera y de Cadavedo y el pericote.