Andrés Suárez, gallego afincado en Madrid que recorre España con su guitarra, llegó ayer a la sala Acapulco de Gijón en plena Semana Grande para presentar su último disco "Mi pequeña historia", el sexto de su carrera. Repitió éxito en una ciudad que visitó por primera vez hace seis años.

-De nuevo en Gijón...

-Así es, y encantado de poder repetir actuación aquí. Yo nací en Ferrol y siempre pensé que Gijón me recordaba mucho a Coruña. Me encanta su gente, la ciudad, la sidrina... Además tuve el placer de cantar con Víctor Manuel en Vistalegre hace poco, una de las cosas que, de verdad, más me han gustado. Para mí Gijón es sin duda una de las paradas más importantes de la gira y me impone muchísimo, es tierra de cantantes.

-¿Tiene una canción que nunca falte en sus conciertos?

-Podría decirse que sí? "Rosa y Manuel", por ejemplo, que habla de mis abuelos, del alzhéimer, es una de las canciones que no suelen faltar en mis conciertos. Es una canción muy sincera que me a mí me hace sentir mucho. Y últimamente también estamos cantando mucho la de "Volver a quererte" porque es el último single oficial.

-Seis discos después, ¿se sigue poniendo nervioso antes de actuar?

-Sí, soy una persona muy tímida, pero a la vez sólo canto sobre lo que conozco, sobre lo que abracé, sobre lo que me afectó. Cada canción es un fragmento de mi vida, por eso el último disco se llama "Mi pequeña historia", y por eso me pongo nervioso por igual ante cada canción que comparto con el público.

-¿Cuál es la mejor parte de un concierto?

-Lo mejor la gente, sin duda. Nosotros vamos y hacemos lo que sabemos hacer, que es tocar, pero lo esencial son ellos. Yo siempre trato de que la gente se vaya distinta de cómo llegó, que se vaya afectada. Cuando consigo que alguien ría, o llore, o se abrace, eso vale oro.

-¿Y la peor?

-Lo peor sería malo solo en un 0,001% porque decir que hay algo malo sería un despotismo increíble por mi parte, ya que estoy trabajando de lo que amo. Lo cierto es que los que trabajamos de esto y estamos fuera vivimos siempre con eso de la "morriña". Cuando llegué el otro día a casa después de tanto hasta se me cayeron lágrimas al ver el cartel de Galicia. A veces este trabajo significa no ver a tus padres, tu playa, tu perro, y eso es muy duro.

-¿Cree que la música de cantautor está en su época dorada?

-Creo que siempre lo ha estado, para mí los cantautores nunca desaparecieron. Cierto es que hubo un "boom" en los 90 en que los medios los apoyaban más, con Ismael Serrano y todos los que salían de Libertad 8 en Madrid. Los bares son el mejor lugar para conocer algo. Pero al final es lo que la gente decida y esto no es una moda, tenía que estallar por algún lado. Los cantautores hablan de historias cotidianas, es música muy auténtica y eso la gente lo nota.

-¿Cuál ha sido la clave para abrirse hueco en un panorama cada vez más concurrido?

-Creo que lo conseguí porque es algo que llevo en el corazón. Los que persiguen un sueño siempre van a tenerlo difícil pero la clave es confiar en uno mismo y luchar todo lo que haga falta. Yo creía que podía llegar, así que me esforcé al máximo. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.

-¿Han ayudado las redes sociales?

-Pues lo cierto es que al principio renegaba de ellas porque quitan mucho tiempo, pero estar en Twitter, por ejemplo, es muy fácil y rápido y a veces un solo tuit se traduce en 50 personas más en un concierto. Es una forma muy buena de atraer gente, sin duda.

-¿A quién admira Andrés Suárez?

-Víctor Manuel, Enrique Urquijo, Damien Rice o Glen Hansard. Podría estar horas hablando sobre ellos. Me gustan muchísimos y presumo de ello. Las cintas que ponía mi padre en el coche también me influyeron bastante.

-Si no fuera cantante, ¿qué sería?

-Yo no concibo la vida sin música. Supongo que si no pudiera ser cantante haría algo que tuviera que ver con este mundo, como técnico de sonido o chófer de músicos, lo que sea pero cerca. Amo con cada poro de mi piel esta profesión, no podría vivir lejos de ella.

-¿Qué planes tiene para las próximas semanas?

-Pues este mes de agosto es el primero que vuelvo a casa, a Galicia, así que estoy muy contento y voy a aprovechar para estar con mi familia comiendo pulpo en "casiña". Los próximos 19 y 20 de agosto actúo en el Náutico de San Vicente do Mar (Pontevedra), así que todo queda en casa. Y el resto a descansar, porque los meses de septiembre y octubre vienen fuertes.