Hablar de María Lafuente es hablar de naturaleza. Por su forma de ser y porque sus colecciones están siempre llenas de referencias a ella, tanto en la inspiración como en los colores y en los materiales. "Es la madre de todo. Me gusta mantener esa línea de sostenibilidad y coherencia en mis diseños", explica. Por eso, es una maestra a la hora de crear prendas y complementos con elementos y formas de lo más inesperados. Aplicaciones hechas de resina, collares de vidrio y plástico, broches XXL en forma de avispas y hojas pintadas en medias y calcetines.
La naturaleza vuelve a ser la clave de su próxima colección, que presentará el 17 de septiembre en el OFF de la Mercedes-Benz Fashion Week. "Todavía no tengo nombre, pero habrá numerología y simbología y materiales reciclados, jugando con esa idea de reconstrucción". Unas ideas que ya aplicó en "Phi", su colección para este verano. "El número áureo explica la arquitectura, la naturaleza, la música... es una secuencia numérica mágica y quería que estuviera presente". Lo consiguió gracias a unas estampaciones invisibles creadas por el artista Alberto Rodríguez, que son perceptibles cuando reciben un foco de luz gracias a la revolucionaria técnica de Reflectnova. Lafuente apuesta por las asimetrías como "must" de esta temporada. Los contrastes también aparecen en las siluetas, unas más ajustadas al cuerpo y otras más sueltas y envolventes. Los colores son suaves y naturales, con presencia de tonos tierra, verdes y grises.
La diseñadora asturiana no quiso perder la oportunidad de recomendar a las lectoras de LA NUEVA ESPAÑA algunas de sus propuestas para triunfar en las citas, tanto diurnas como nocturnas, de esta temporada, en las que reina el vestido.
Para el día, María Lafuente apuesta por un vestido de algodón, con silueta fluida por encima de la rodilla, cortes desestructurados en las mangas, cremallera trasera a la vista y contraste entre el estampado delantero y la parte lisa de atrás. "Es una pieza cómoda, recta y sutil, fácil de adaptar a cualquier cuerpo y situación". El corte asimétrico de las mangas, de tira ancha, aporta un toque divertido y original a la prenda. Al igual que el estampado. "Es una pintura muy especial, llena de colores propios de la naturaleza, estampada sobre el algodón, y en la que se puede leer ese código áureo como si fuera una especie de flash".
Al tener tanta fuerza en la parte delantera, la modista no añadiría muchos complementos al estilismo. "Le pondría uno de los broches en forma de abeja o avispa que nos hizo en exclusiva por el artista pop 'dEmo' para el desfile, en el lado contrario a la manga de cortes asimétricos". Estos animales están presentes en toda la colección. "La población de estos insectos ha bajado mucho en los últimos años y eso afecta a todo el ecosistema". Por eso, las celdas de las abejas aparecen bordadas o reflejadas en diferentes partes de las prendas. Lafuente completaría el look "con un bolso plano de cadena colgado a un lado y con unas sandalias sencillas y bajas". Si se quiere dar un toque más sofisticado, "un zapato de tacón".
Para la noche, la diseñadora vuelve a elegir un vestido, pero creando una silueta desestructurada, como por piezas, que se unen por una banda delantera llena de volumen. La falda es midi, la espalda queda al descubierto y la prenda se ata al cuello por una ligera cinta de cuero marrón, creando un falso "halter". "Esta silueta lápiz está pensada para una figura que quiera mostrarse más, pero al ser elástica, no molesta y permite libertad de movimiento". La falda lleva pequeñas estampaciones lumínicas salpicadas, en forma de celdas de abejas, y en la parte superior del vestido se repite el estampado calavérico y natural que domina la colección. "Es para destacar la y centrar la atención en la parte alta de la mujer". Un vestido elegante pero especial y moderno. "Es perfecto para una cena o cualquier evento cultural". Completaría el estilismo con un zapato de tacón y plataforma y una cartera de mano alargada "en amarillo o visón". En cuanto al maquillaje y peluquería, tanto para el día como para la noche, "me quedo con las trenzas sueltas o recogidas. Y con un rostro natural, con pequeños toques de sombra dorada en los párpados y brillo en los labios".
