Arturo Fernández, el galán gijonés por excelencia, repite visita a su ciudad natal pero cambia de hábitos. Y nunca mejor dicho. La obra, que presenta el actor esta tarde a las ocho y media en el Jovellanos y que le trae de vuelta un verano más a la villa que le vio nacer hace 86 años, aleja al intérprete de su prototipo de ligón cínico y caradura para situarle en la piel de un pintoresco sacerdote católico, el Padre José María Fanjul. Un cura que hasta cuenta con un programa de televisión, "Buenas noches Señor". "Enfrentados" es el último reto de la más que dilatada carrera del intérprete gijonés que sigue teniendo capacidad de sorprender. Se hace cargo hasta de la dirección escénica del montaje.

En la obra Arturo Fernández da vida a un cura cuyo talante le lleva a escuchar las demandas de la sociedad y los pensamientos más progresistas de la Iglesia. Una especie de espejo del Papa Francisco al que muchos verán reflejado en esta representación a pesar de que el texto original de la representación se estrenó en Broadway en 1980. El Padre Fanjul intentará enseñar a un joven, reivindicativo y apasionado seminarista, cómo funciona su parroquia. El chico llega al encuentro con Fanjul lleno de energía y con ganas de cambios. El sacerdote, por su parte, no quiere renunciar a su acomodado barrio. El enfrentamiento entre ambos personajes está servido y tendrá consecuencias impredecibles.

El texto de esta comedia está cargado de ironía y de mensajes de relevante profundidad. El relato intenta responder a cuestiones como por qué los sacerdotes no se pueden casar, por qué las mujeres no pueden llegar a ser curas o por qué los homosexuales no tienen su espacio en la iglesia. La obra ha sido calificada como "un permanente duelo interpretativo que se mantiene durante todo el tiempo de la representación". Su compañero es David Boceta. En definitiva, se trata de una obra sobre el arraigo y el cambio. Sobre la mocedad y la madurez, llena de opiniones acerca de la Iglesia y aderezada con el tan típico y brillante humor del antiguo "Tigre del Piles", que tiene tras sus espaldas más de 60 años encima de las tablas.

A pesar de que con "Enfrentados" aparca su "papel tipo", Fernández asegura que nunca se cansará de "hacer de 'galán conquistador'". "Es un lujo para cualquier actor conseguir crear un personaje y que el público le acepte y le espere temporada tras temporada en ese rol", afirmó en un reciente encuentro. Además añade que, en comparación con el tipo de personajes que interpreta es "mucho menos atractivo y divertido que ellos. Y mucho más trabajador y responsable".

Arturo Fernández no tiene tiempo para jubilarse y regresa a casa con cierta nostalgia. Se convierte en un clásico más del verano gijonés. "Vengo siempre que puedo y mucho menos de lo que quisiera. Si hay alguna razón por la que me jubilaría sería para tener tiempo para disfrutar de esta bendita tierra", cuenta. Desde que salió de Gijón su carrera le llevó incluso a ganar en el año 2003 el Premio Nacional de Teatro "Pepe Isbert". Casi un centenar de apariciones en series de televisión y en películas de todo tipo hacen de Fernández uno de los grandes de la interpretación que, sin embargo, no olvida Gijón.