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Rebajas para todas las edades

Los asturianos se toman con calma el inicio de la temporada de saldos, aunque se espera un consumo positivo

Era la primera jornada oficial de la temporada estival de rebajas, aunque muchos establecimientos llevan varios días con sus escaparates repletos de ofertas. Este adelanto cada año mayor de la época de saldos suscita el resquemor de algunos comerciantes, como Mario García, propietario de la zapatería del mismo nombre en Oviedo: "Las grandes cadenas desvirtúan el periodo de rebajas al empezar cada año antes, cuando quieren. Antes las fechas estaban establecidas por ley".

Sin embargo, el aumento de ventas en este periodo es evidente, incluso para aquellos que no ofrecen promociones en sus productos. Es el caso de la céntrica Mercería Rizury, según comenta Ángeles Fernández, "aunque nosotros no tengamos rebajas, notamos que en esta época vendemos más, hay más gente en la calle y se anima más a comprar".

Con ella coincide Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes de Asturias, quien destaca que "se espera que sean unas rebajas positivas para los establecimientos, porque aunque Asturias está por encima de la media española en cuanto a la evolución del consumo, este dato no fue tan positivo como se esperaba". Además este año se incluye una novedad, ya que el Tribunal Constitucional anuló dos decretos gubernamentales del año 2012 en los que se liberalizaban las rebajas. Así, ahora los comerciantes deben poner los productos a la venta al menos un mes sin ningún tipo de promoción en el precio antes de poder rebajarlos. Asimismo, no podrán comprar producto expresamente para ser vendido en rebajas. "Esto hará que lo único que se rebaje sea el precio de las prendas, no su calidad", como explica la propia Moreno.

Una prueba de ello la ofrece Noelia Blázquez, propietaria de la tienda ovetense Socialité, quien reconoce que "la gente tiene ya la pieza elegida de antemano y espera a que empiecen las rebajas". Por ello, los comerciantes esperan que esta época de rebajas "dé un pequeño impulso a la temporada para dar salida a la mercancía", como recalca Pedro López, propietario del vecino comercio Impar.

En Gijón también era ayer el primer día de rebajas pero no lo parecía. No había aglomeraciones en las principales arterias comerciales del centro de la ciudad, ni gijoneses cargados de bolsas. Las tiendas de Corrida, calle que concentra a las principales franquicias, no notaron ayer una notable afluencia de clientes. Pero sigue habiendo fieles a las rebajas, como la joven Silvia Cadrecha, que no ve un cambio excesivo respecto a otros años, pero reconoce que "hay menos productos de la temporada". Julia Vigil, de siete años, está contenta con el pantalón y la chaqueta que le han comprado sus padres en este primer día de rebajas y afirma que "no quiero comprar más". Sin duda, hay ahorradores que se fojan desde muy pequeños?

No es el caso de Rocío Clemente, de 17 años, que ya ha adquirido nuevas prendas de ropa y algún que otro par de zapatos, y reconoce que quiere seguir gastando mientras continúe recibiendo "la subvención de mi padre", confiesa entre risas. Los hombres también aprovechan la venta a mejor precio que el comercio inicia con el mes de julio, aunque muchos establecimientos de Gijón ya iniciaron las rebajas la pasada semana. José Antonio Clemente, de 46 años, admite sin pudor que le gusta comprar, y, aunque suele hacerlo por Internet, ya ha caído en las redes de las rebajas esta primera jornada: "Hay que fomentar la economía del país", dice entre risas.

Sofía Solares, Carla Pérez y Ana García s pasaron la tarde entera de tienda en tienda y compraron de todo: ropa, calzado, complementos. "Somos habituales de las rebajas; nos gusta mucho comprar", dicen. Y aunque reconocen que "no todo son buenos precios, porque hay de todo", sí ven que se puede aprovechar bien el día. "Porque no tenemos más dinero, que si no caería mucho más", concluyen.

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