La Universidad de Oviedo no conoce de vacaciones de verano y julio también tiene sus clases. El antiguo edificio de la Universidad de Oviedo acogió ayer la presentación de dos de las actividades académicas más importantes del verano asturiano: Los Campus Científicos y los cursos de español para extranjeros que organiza la institución académica.

El rector Santiago García Granda, acompañado por la directora general de la Universidad, Cristina Valdés, y el vicerrector de Investigación, José Ramón Obeso, dio la bienvenida a la treintena de alumnos de primero de bachillerato de Ciencias procedentes de toda España que llegaron ayer a la capital asturiana para embarcarse en la aventura del Campus Científico. Se trata de unos auténticos "niños prodigios": casi ninguno de ellos desciende del diez en la nota media de primero bachiller y el que menos goza de un 9.2. Durante una semana recibirán clases de distintas especialidades universitarias de Ciencias, adaptadas para ellos. También tendrán tiempo para actividades de ocio. El rector les deseó una "gran experiencia" y dio las gracias a todos los organizadores de los Campus, en la que ya es la séptima edición de esta actividad.

Por otro lado, los cursos de español para extranjeros, un clásico de la Universidad de Oviedo desde 1978, están de auténtica enhorabuena, y es que este año las jornadas han batido el récord de asistencia con la llegada de cien alumnos procedentes de países de todo el mundo, la mayoría de los Estados Unidos. Los asistentes aprenderán español con profesores de la Universidad de Oviedo durante el mes de julio.

El director de La Casa de las Lenguas de Oviedo, Daniel García Velasco; el vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco José Borge, y la profesora Elena de Lorenzo recibieron a los recién llegados y les orientaron, además de desearles una feliz estancia en Asturias. "Quiero de corazón que os convirtáis en unos auténticos embajadores de Asturias en vuestros países cuando regreséis", destacó Borge. Ross Pearson, un joven estadounidense de 19 años llegado desde Washington, estaba muy contento con su aterrizaje en la capital easturiana. "Escogí Oviedo porque estos cursos tienen un programa muy bien diseñado. Nunca antes había estado en España", comentó Pearson en un más que aceptable castellano. "Cuando acabe el curso no volveré a casa, me quedaré aquí porque voy a hacer el Camino de Santiago", sentenció el estudiante estadounidense sin quitar la sonrisa de la cara.