Se apagan las luces y la sala se queda en silencio, apenas interrumpido por un carraspeo o alguna risa nerviosa. De repente, un foco baña de luz el escenario y una voz tan viva que parece tener personalidad propia colma los oídos de las más de mil personas que llenan el Teatro Jovellanos.

Así comenzaba el final de la pimera edición del International Opera Studio, "y ahí pensamos retomarlo", asegura el gijonés José Gómez, director musical de las dos producciones que se están ultimando para la temporada estival en Gijón.

Esta particular escuela de verano, pionera en España, forma a futuros prodigios del mundo de la ópera, permitiéndoles enlazar el final de su vida académico-vocal con el inicio de su recorrido profesional, ya que se trata de cantantes que acaban sus estudios superiores de canto pero aún no están dentro del circuito laboral.

Los jóvenes, ocho para la primera producción y diez para la segunda, han sido elegidos de entre 150 aspirantes procedentes de 21 países distintos, en un proceso de selección "muy arduo", según confiesa Gómez. Los participantes de esta edición proceden de países como Argentina, Italia, Colombia y Ucrania, y también de varias regiones de España, como Valencia, País Vasco o las Islas Canarias.

El curso de International Opera Studio, que se celebra en Gijón "por su decidida apuesta por la cultura de todas las sensibilidades", girará esta edición en torno a la producción de dos grandes títulos operísticos: "La Sonnambula", de V. Bellini, y "Un Ballo in Maschera", de G. Verdi.

El proyecto cuenta de esta forma con dos facetas. La primera y más importante es la formativa: los afortunados candidatos realizarán, de la mano de profesionales de gran prestigio en el mundo operístico, expresiones artísticas de la más alta calidad, donde prepararán las dos óperas seleccionadas. Para esta edición, el claustro de profesores cuenta con figuras de la categoría de Raina Kabaivanska, Chris Merritt, Ignacio García, Michal Znaniecki y José Gómez.

La segunda es la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos, que tendrá su máxima expresión en las dos actuaciones que se efectuarán al final de cada ciclo de ensayos. Cada una de las óperas contará con dos representaciones en el Teatro Jovellanos, que servirán también de trampolín al mundo profesional para los participantes. El estreno de "La Sonnambula" tendrá lugar mañana, con una segunda representación el sábado, mientras que "Un Ballo in Maschera" se pondrá en escena los días 3 y 4 de septiembre.

"Lo que estamos preparando para este fin de semana es un título indispensable dentro del "bel canto", y la puesta en escena está totalmente renovada. Traemos el siglo XVIII a la actualidad, de forma que el espectador verá muchos elementos del día al día y los va a reconocer. Porque eso es la ópera: temas cotidianos que tienen cabida en todas las épocas: sensaciones, sentimientos", cuenta el director artístico.

Además de los ensayos, los participantes en el proyecto reciben clases magistrales y acuden a eventos paralelos, como a la gala lírica que tendrá lugar el próximo 16 de julio en la Laboral. "Buscamos hacer bastantes actividades y poner precios muy populares para darnos a conocer, la ciudad tiene que enterarse de que estamos aquí", asegura el gijonés.

Las expectativas para esta segunda edición son buenas. "Tras el éxito de la primera, que fue de menos a más, ya que al principio el público gijonés aún no nos conocía", explica Gómez, "esperamos que los gijoneses respondan bien".

Pero Gijón no es solo la sede del proyecto, sus vecinos también toman parte en el escenario ya que "para elegir a los personajes secundarios, que aunque no tienen que pasar el proceso de selección están altamente cualificados, preferimos que sean de la región, como es natural". Así lo demostrarán el gijonés Alberto Camón y el mierense Gaspar Braña el próximo fin de semana.

Cuando finalice el curso tras las representaciones que tendrán lugar en septiembre, el IOS, que ya ha actuado en Nueva York, Bogotá y Buenos Aires, se irá de gira a destinos que están aún por confirmar. Pero antes, los jóvenes portentos del canto que aspiran a los grandes teatros del mundo tendrán el objetivo de conmover a Gijón y lograr su aplauso.