Licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, Javier Olivares recondujo su carrera hacia el mundo audiovisual. Más bien la reorientó, mezclando sus conocimientos en los dos ámbitos para ser uno de los mejores creadores de ficción histórica en España.

"Yo no escribo culebrones, ni en televisión, ni en novela", dijo ayer en Gijón para justificar la deriva de la serie "Isabel" -uno de sus trabajos- hacia lo que él entiende como un culebrón. Olivares abandonó esa producción televisiva tras la primera temporada. Le gustaba la imagen que se daba de una mujer mandando y reinando en la España del siglo XV. Lo mismo le pasó con "Víctor Ros", una serie que retrotrae al espectador a la España de finales del siglo XIX con un sistema bipartidista, una justicia desigual y una corrupción desmesurada. "Como veis, tampoco hemos cambiado tanto" bromeó. "Una de las cosas que más me molesta es que se juegue con los hechos históricos", dejó claro el guionista.

Su obra televisiva "más difícil" ha sido "El Ministerio del Tiempo" porque "juego a divertirme". Una producción con un componente muy alto de anécdotas, pero que, según Olivares, "son todas verídicas", porque "la historia es más de lo que cuentan los libros".