Un año más, y ya son veintinueve, la "Semana negra" es capaz de unir los sabores más dispares de todas las partes de la Península? e incluso del mundo. Desde los míticos chopitos del sur, pasando por las tradicionales casadielles, sin olvidarse de los perritos calientes a la chilena y del "mojito rebelde" cubano, incluida la siempre presente sidra asturiana. Por tanto, es importante visitar la "Semana negra" con el estómago lo suficientemente vacío para no quedarse sin probar la variada oferta gastronómica de los 25 establecimientos hosteleros y la treintena de pequeños puestos que hay en sus calles.

La Panadería Teboyas, a cargo de Sandra Fernández, está presente de nuevo en la semana más literaria del verano gijonés. "No recuerdo muy bien cuántos años llevo viniendo, pero sí que estábamos ya cuando aún se hacía en la zona de El Molinón", cuenta. Sandra, avalada por los años hosteleros, confirma que "la economía está mejorando y sí noto un cambio respecto al año pasado". Además, confiesa que "los diferentes bizcochos, sobre todo el casero, y les casadielles son los productos más vendidos" así como que "desde hace cinco años también hacemos nuestra propia pizza".

Cruzando la península, concretamente desde Málaga, vienen los expertos en "parrilladas, destacando la costilla" y "todo tipo de pescado frito", así como "croquetas, patatas bravas, ensalada". Son ya veinte años, desde la novena edición por tanto, que un grupo de andaluces se instalan en la "Semana negra". Y uno de sus camareros, Antonio González, cree que "se está saliendo de la crisis en líneas generales; sí que hemos notado una mejora respecto a la edición anterior".

Y para los más remolones a la hora de cambiar de sitio, el puesto de María del Mar Fernández es el idóneo: "Ofrecemos primer plato y postre", dice entre risas. Viene desde Llanes por primera vez y aunque le gustaría que no fuera así, no está notando "una mejora en lo económico; ojalá en los próximos días sí ocurra y vendamos todo lo que podamos". La empresaria y cocinera de origen llanisco ofrece "donuts, palmeras, tartas de almendra, de queso?" de lo más dulce, así como "empanadas, hamburguesas, patatas fritas" con el salero que requiere.

Chile lleva ondeando su bandera en la "Semana negra" una década, así lo confirma Miren Olazarán. Después de alzarse con la Copa América de fútbol, Olazarán también presume de tradición gastronómica: "En cuanto a la bebida, lo mejor de Chile es el pisco sour y para comer, el perrito caliente a la chilena, el lomito completo o el criollo". Sin embargo, Olazarán se une a varios de sus compañeros y también reconoce que "no hay mejora económica respecto a otros años", aunque confía en que los resultados vayan mejorando conforme pasen los días de feria.

El sabor cubano debía estar presente para endulzar a los gijoneses. Desde Orense llegan Rafael Zuaznabear y sus compañeros de coctelería, además de la asturiana Cristina Andrés, contratada para el evento, que confiesa que "está muy contenta porque hay muy buen ambiente". Entre las bebidas más destacadas están el "mojito criollo, con azúcar moreno, que es el más vendido" y el "mojito rebelde, que lleva licor de menta".

Desde Andalucía hasta Chile, pasando por Cuba, Galicia y otros enclaves gastronómicos destacables, Asturias lo confirma: es imperio gastronómico. Y la "Semana negra", uno de los mejores momentos para demostrarlo.