"¿Qué he estado haciendo el último año? Siguiendo la máxima de 'Speedy González', me muevo lo más rápido posible para salir borroso en la foto. Robando horas al tiempo, me levanto cada mañana con la intención de hacer lo que me apetezca". Así es la vida actual de Paco Ignacio Taibo II, que ayer regresó a su "Semana negra", la que fundó en 1988 y dirigió hasta 2012. En esta edición presenta "Que sean fuego las estrellas", el nombre de su nueva obra de historia narrativa.

Este estilo no es nuevo para el veterano escritor y activista hispano-mexicano, que ya abordó en el libro "Asturias. Octubre 1934" (1980) los hechos de la Revolución de Octubre, además de ser cofundador del periódico anarquista "Vida obrera". Las obras de Taibo se caracterizan por "el uso de personajes como vehículos que confieren frescura a lo que escribe", como destacó ayer Ángel de la Calle, actual organizador de la "Semana negra". Pese a su renuncia a la dirección del certamen en 2012, Paco Ignacio Taibo II sigue disfrutando de cada edición del festival gijonés.

Sobre la gestación de su nuevo libro, Taibo resaltó que "está centrado en la Barcelona de 1917 hasta 1923", hechos que le despertaban "una gran curiosidad". Casi al contrario que la ciudad en sí, de la que dijo que "tiene mar, pero nunca lo enseña, hasta el tranvía le da la espalda. Cuando la gente baja por Las Ramblas yo estoy subiendo y tampoco me gusta El Ensanche". Ni siquiera Gaudí.

Aprovechó su estancia en la ciudad condal para recopilar toda la información posible sobre los años 20, indagando en las bibliotecas sobre la creación de la CNT, algo que también hizo en Madrid. Cuando volvió a México tenía claro que iba a hacer una historia narrativa, pero la dificultad era encontrar a gente viva que hubiese vivido aquellos acontecimientos.

Finalmente logró hablar con tres supervivientes a los que decidió entrevistar inmediatamente. Archivó todas las entrevistas y toda la información que había recabado, pero hace unos años, con las noticias de la explosión del movimiento nacionalista en Cataluña, Taibo II se puso a investigar cuánto material había escrito sobre los años de los que había recogido información (1917-1923). Para su sorpresa, "solo había un par de ensayos", por lo que decidió ponerse manos a la obra con su nuevo proyecto.

"Era tremendo ver a la clase obrera desatada en un período de tiempo tan corto", recalcó. En su historia, hay dos o tres "malos muy malos", como el comisario Bravo Portillo, "asesino implacable, fabricador de pruebas". "Uno escribe los libros que todos quieren escribir. Lo único que tenía que hacer era robarle horas al tiempo para escribir", explicó ayer Taibo de forma simplificada.

El autor astur-mexicano también destacó la lucha por los "abastos básicos" que en la Barcelona de esos años eran "el carbón, el aceite, el pan y el bacalao", para acabar diciendo que en aquella época "Barcelona era la ciudad de las putas: los teatros cerraban para ser prostíbulos o poner ruletas de juego".

Poner título a su nuevo trabajo fue "lo más complicado" para Taibo II. La inspiración le llegó por un poema de Shakespeare que guardaba. Después de hablar sobre su libro, tuvo tiempo para preguntarse : "¿Dónde está ahora la clase obrera?". Y se definió a sí mismo como "un anarquista marxista", para finalizar contando que "podría estar ganando 1.000 euros por hablar en Estocolmo, pero prefiero hacerlo aquí gratis". Taibo II en estado puro.