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La "Semana Negra" | El mayor festival español de literatura de género

"Vivimos en un país culturicida y culturofóbico"

"En algún momento los internautas tendrán que pensar si quieren seguir mangando libros para que desaparezcan"

Lorenzo Silva cumplió ayer su mayoría de edad en la "Semana negra". Hace 18 años que este escritor pisó por primera vez el recinto de este certamen. Ayer presentó su novela, "Donde los escorpiones", una nueva entrega de Bevilacqua y Chamorro.

-¿Qué ofrece este nuevo libro?

-Es la novena novela de la saga y eso quiere decir que te tienes que parar a pensar qué puedes aportar de nuevo. Yo siempre intento escribir pegando la literatura a la realidad. Mis personajes van creciendo y envejeciendo. Las historias son contemporáneas y están ambientadas en el presente y eso me depara nuevos argumentos. En esta ocasión quise sacar a los personajes de su zona de confort. Para mi sería muy fácil narrar la investigación de un crimen en Cuenca porque he manejado esos elementos muchas veces pero aquí hay cosas distintas. Los personajes salen de su ambiente y de sus maneras de trabajar. Los he metido en Afganistán, el país que para mi es el símbolo de este siglo bélico que estamos viviendo.

-En el último libro hablaba de un caso de corrupción en el que mataban a una Alcaldesa y lo publicó cuando se asesinó a Isabel Carrasco.

-Me llamó mi editora para avisarme del suceso. El libro ya estaba impreso. La novela no tiene nada que ver pero es verdad que cuando entras en el caso de Carrasco, y yo lo he seguido muy de cerca, te das cuenta de que ahí hay piezas de confusión entre lo público y lo privado, entre los asuntos personales y políticos, que al final están también en la base de la historia del libro. En esa novela también contaba como la Guardia Civil entraba en los ayuntamientos y poco después se destapó la trama Púnica. Curiosamente días más tarde de que se publicara mi nuevo libro, "Donde los escorpiones", apareció un militar muerto en la base del Líbano. Yo intento estar al tanto de la actualidad y tengo información. Quiero saber siempre el terreno que piso y quiero que la novela negra desvele las paradojas y contradicciones de la sociedad. En el nuevo libro hablo de una sociedad antibelicista que curiosamente tiene soldados en varios frentes.

-¿Y cree que la sociedad está a favor?

-En Irak la sociedad estaba muy posicionada pero respecto de Afganistán, que es de lo que hablo en esta novela, la sociedad española ha vivido completamente al margen, le ha dado igual lo que sucedía allí. A nadie le ha interesado saberlo. Hubo muy poca repercusión mediática.

-Ha protagonizado varios encontronazos en Twitter con internautas que defendían la piratería.

-A mi me gusta el libro de papel pero cuando salió el Ipad empecé a leer también libro electrónico. Creo que resuelve muchos problemas, no tengo nada en contra del formato. Mis libros llegan a través de ese soporte a lectores españoles del otro lado del Atlántico. El problema es la asunción colectiva de la idea de que el libro electrónico es material apropiable sin contar con los derechos del autor. Yo tengo libros gratuitos en mi web que han sido pirateados. Yo me gano la vida, no estoy defendiendo mis intereses. He tenido suerte y llevo mucho escribiendo. Mis libros se siguen publicando pero también trabajo con gente que busca una oportunidad y a los que no se les da.

-¿La culpa es del Estado?

-En otros países como Alemania hay más conciencia pero además un ciudadano al que se detecte bajándose una obra en internet sabe que se enfrenta a una multa de 1.000 euros. Ningún gobierno español ha hecho nada para frenar la piratería. Yo creo que un libro electrónico no debería valer más de 6 euros. El que crea que eso es caro que venga y me lo explique. En algún momento los internautas tendrán que pensar si quieren seguir mangando libros para que acaben desapareciendo.

-¿Qué momento vive la novela negra?

-Se ha puesto de moda la tontería de decir que vivimos en una burbuja de la novela negra. Si es así bienvenida sea. Hemos tenido burbujas de bares, puticlubs y ladrillo. Prefiero que haya un festival como este en cada ciudad y no un puticlub. Con esta percha, y esta "Semana negra" ha sido la pionera en explotar en argumento, hemos podido construir en Gijón, Getafe o Barcelona tejido cívico a partir de una manifestación cultural. Y todo en un país como el que vivimos, culturicida y culturofóbico.

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