Uno de los balcones de la calle del Sol fue ayer testigo de una pelea entre personajes de Shakespeare y Cervantes, con decenas de testigos, que abarrotaron varias calles del centro histórico de Avilés para disfrutar del teatro en los balcones, uno de los platos fuertes de la programación de la quinta edición del festival Sol Celta, que ayer también ofreció mercadillos y conciertos. Minutos antes de que la obra comenzara, el actor José Rico explicaba que los protagonistas de la función son los conocidos John Falstaff y Don Quijote de la Mancha.

Estos dos personajes literarios creados por Shakespeare y Cervantes, respectivamente, tienen durante la función un encontronazo cuando Falstaff, viendo el estado pésimo de la posada en la que se hospeda, decida escapar sin pagar. Don Quijote se convence de que su compañero se trata de un enemigo que intenta asaltar su castillo.

Rico, que interpreta a Don Quijote, afirma que el guión está hecho a partir de textos literales de las obras de los literatos. "Son textos literales, pero reinterpretados para que se adecuen a nuestra historia", explica. El espectáculo parece que comienza con el sonido de una campaña. Pero no es así. José Busto, que encarna a Falstaff, aprovecha su primera intervención para agradecer a los organizadores del festival haberles propuesto participar y se retira del balcón. Cuando vuelve a salir al balcón, ya se ha convertido en su personaje, un embustero huésped en una posada atestada de pulgas.

En un soliloquio explica que en aquella posada nada funciona como es debido y que el trato recibido es deplorable, así que se propone marcharse sin pagar lo que debe. Cuando ya tiene medio cuerpo fuera del balcón, que incluso hizo que uno de los niños del público ahogase un grito, Don Quijote sale por fin de su escondite y se encuentra con el personaje inglés.

El ingenioso hidalgo, que tiene por costumbre imaginarse la realidad a su manera, cree que Falstaff intenta apoderarse de su castillo. El conocido fanfarrón de la literatura shakesperiana empieza tranquilo en los primeros momentos de la obra se arma de paciencia para intentar explicarle al caballero español que nada de lo que se imagina es cierto. Don Quijote comienza a fantasear con hechiceros de magia negra y encantamientos que hacen que su castillo parezca, de repente, una posada. Como era de esperar, Falstaff acaba por perder los estribos cuando el hidalgo continúa gritando improperios y agitando su lanza, así que comienza a alzar la voz.

Falstaff se da por vencido y pide a Don Quijote que le permita partir para encontrar a alguien en sus cabales que le pueda demostrar que no existe ni castillo, ni enemigos, ni gigantes. Cuando se marcha, el hidalgo, que sigue convencido de que su castillo está sufriendo una invasión, sale despedido agitando de nuevo su lanza.

El público ovacionó con fuerza la interpretación, que contempló desde abajo y en relativo silencio. Después, muchos de los presentes se dejaron caer por el mercadillo instalado junto a la calle Sol o presenciaron los conciertos de los grupos "Les Barbares Barbus" y "Cuchu". Para hoy, el certamen ofrece de nuevo teatro en los balcones, a las 19.30 horas, y actuaciones de "Muñalén Trío" (20.00) y "La Patrulla Dixie" (22.00). El arte se sube por las paredes en Avilés estos días.