Gente de todas partes de España llegó ayer al Palacio de los Deportes de Gijón para disfrutar del que fue vocalista de Led Zeppelin, la mítica banda de rock que se convirtió en una de las más influyentes de su género, en un referente de la música de los años setenta. "Yo vengo aquí a ver un mito", afirma rotundamente el gijonés Juan José Prieto, que esperaba a las puertas del recinto horas antes del concierto. "A este tipo de cosas viene gente de su generación, como yo, que quiere escuchar a los clásicos, que últimamente vienen mucho por Gijón", comenta refiriéndose, por ejemplo, a Joe Satriani, a quien había ido a ver hace tan solo cinco días.

Como él, muchos son los que se acercaron a la villa costera para sentir la magia de tener frente a frente a uno de los grandes. Es el caso de Martín Romero, un uruguayo afincado en Barcelona, o de Miguel Fernández y Eli Báez, que acompañados de su amigo David Morán llegaron desde Alicante para vibrar con la energía del mítico "Rock and roll" de los Zeppelin, , el tema más esperado de la noche "y ya que estamos, para pasar unos días en el norte", cuentan antes de entrar al recinto. Érica Cuervo, embarazada de una niña a la que llamará Chloe, y que llega acompañada de familiares de Pola de Siero y Oviedo, entre ellos su madre, Isabel Gutiérrez, que se muere de ganas de escuchar "Kashmir", sabe que su pequeña, a punto de nacer, dará pataditas esta noche al ritmo del mítico "Black dog". Una rockera en ciernes.