Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) sabe de poesía y también de superhéroes. Ha escrito canciones pop y tratados eruditos sobre novelas de caballerías. Por su última colección de versos - "Cuaderno de vacaciones"- se hizo con el Premio Nacional de Poesía del año pasado. Y, además, le ha dado tiempo a dirigir la Biblioteca Nacional e, incluso, a detentar la Secretaría de Estado de Cultura en la época de José María Aznar. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA frente una coca-cola light, en la terraza de una cafetería a un paso de la carpa del Festival Celsius 232 que se despide mañana sábado tras una semana de fantasía, ciencia ficción y terror al doblar de cada esquina.

-¿Por qué no hay superhéroes latinos?

-No todos los superhéroes vienen de latitudes como el Reino Unido o Estados Unidos: Canadá ha proporcionado héroes también; en la Marvel, por ejemplo. La cultura dominante, es cierto, es la anglosajona y es, en consecuencia, la que se inventa los mitos más potentes y más extendidos a partir de su hogar original. Intentaron hacer algún tipo de experimento con superhéroes españoles, pero han fracasado.

-Pero es que la cultura mítica empezó en el Mediterráneo.

-Pero el superhéroe es un concepto más bien germánico. Fíjese en Nietzsche. Hércules o Perseo son héroes, no superhéroes: no tienen esas habilidades especiales de los protagonistas de la Marvel o de la DC. Ellos dan una vuelta de tuerca a la mitología clásica.

-Los cimientos de la "fantasy" están en las mitologías norteñas. ¿Por qué?

-Tolkien era un profesor de Literatura Medieval. Editó textos muy importantes de ese tipo de literaturas: "Sir Gawain o el caballero verde", tradujo el "Beowulf"... Lo que hace Tolkien es mezclar en una misma coctelera elementos celtas, vikingos, cristianos. Lo bate y sale "El Hobbit" o "El señor de los anillos".

-¿Y la literatura cristiana?

-Da para mucho. Fíjese en San Jorge, un invento cristiano. No liberó a ninguna princesa de ningún dragón porque, desgraciadamente, los dragones no existen. En cualquier caso, Tolkien, como todos, utiliza materiales preexistentes para urdir una nueva creación.

-¿Hay en los lectores mediterráneos un ADN realista?

-Hay un tópico según el cual nuestra literatura es de secano y no de regadío, de país que necesita el realismo, pero yo creo que somos igual que los demás. Históricamente hemos desarrollado una veta de literatura fantástica. Alarcón, Bécquer. Últimamente, los españoles hemos conseguido ponernos al día en literatura fantástica, ciencia ficción y terror .

-Los libros de este festival son ajenos a la universidad.

-No existe barrera alguna entre la gran literatura y la inferior. Lo que existe es lo bueno y lo malo. Lo que hay que estudiar es eso.