"Somos unos antisistemas". Así se dirigió a los asistentes la actriz gijonesa Beatriz Rico, activista y cantante, en el sencillo y familiar acto que la organización solidaria "Expoacción" celebró ayer para presentar a la artista como nueva madrina de la temporada 2016-2017. La actriz, que ha hecho un hueco entre función y función de su última obra "Swingers", estuvo ayer en su tierra para visitar las instalaciones de la entidad gijonesa, que desde hace años colabora fundamentalmente con niños, familias en riesgo de exclusión y con colectivos específicos como los niños del Colegio Dim Ditey, de Kiev (Ucrania), que son acogidos por familias asturianas durante los meses de verano. La jornada terminó con un concierto de rock de la banda de la actriz, "Rico &Roll", que cuenta con su presencia como vocalista desde hace tres años.

La presentación tuvo lugar en la sede de la organización en el Centro San Agustín y contó con una Beatriz entregada y conmovida, que dejó escapar alguna lágrima en el relato de su experiencia como voluntaria. "La gente se ha acostumbrado a dar la espalda a las injusticias. Me enorgullece que en Gijón apostéis por una causa tan grande como ésta", señaló la artista. La asociación, que abrió una sede en Mieres el pasado junio, insiste en que Asturias es una de las comunidades más afectadas en cuanto a necesidades básicas.

Beatriz Rico, que también es madrina de la asociación "Aspace León" y miembro activo de asociaciones como "Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género"o "Médicos sin Fronteras", reconoce que su labor como voluntaria es lo que más feliz le hace. "Ser una cara conocida en España me permite hacer de altavoz de causas solidarias que de otra forma no se conocerían", señala la gijonesa, que denuncia la indiferencia de la clase política ante la transgresión de los derechos fundamentales de muchas familias españolas.

Aunque nació en Avilés, la artista se siente gijonesa. "En esta ciudad se gestó mi profesión. En el colegio San Miguel y en el Instituto Jovellanos era yo la que organizaba las funciones de teatro. Además de mis amigos, mi familia, las sidras en la Cuesta del Cholo y la playa, de Gijón siempre recordaré el teatro Tramoya, donde me di cuenta que actuar era lo mío", recuerda Rico con cariño, que afirma que sus amigos de la infancia " la han apoyado desde siempre".

La artista, que se subió a los escenarios hace tres años con la banda rockera "Be Rock", reconoce que ser cantante ha sido siempre un sueño. "Fue la música la que llamó a mi puerta", reconoce la asturiana, que sostiene que en sus comienzos era inconcebible que una actriz trabajara presentando en televisión o se dedicara a escribir canciones. "No hay mayor adrenalina que ver a la gente vibrar con tus acordes en un concierto de rock", afirma la asturiana, que reconoce que "si tengo un concierto por la noche, mi día no puede ser malo".Debido a una apretada agenda, que la obliga a compaginar las funciones de teatro de "Swingers" con algún concierto de su banda "Rico& Roll", la actriz no podrá pasar este verano en Gijón.

"Cuando me jubile me gustaría volver aquí, a mi tierra. Eso si no decido morir con las botas en el escenario", bromea la artista, que ha pasado muchos veranos en la casa de sus tíos de Santianes de Pravia, a la que su hijo sigue yendo. "De Asturias me gusta la comida, la gente y el ritmo de vida", señala la activista, que reconoce que los días frescos y nublados son los que dan encanto a la tierrina. Tanto que, "si cruzo el Negrón y veo un rayo de sol me mosqueo", decía Rico entre risas.

Si de algo tiene buen recuerdo la actriz es de las fiestas de Gallegos, Mieres, donde se vestía de asturiana y bailaba con sus primas."Esas verbenas se me han quedado grabadas en el alma", explica la artista, que reconoce que hay que ser asturiano para disfrutar de las sidras, los bollos, y las fiestas de prao.

Pero ayer su espíritu la llevaba a hablar menos del disfrute y más de Expoacción, la entidad a la que generosamente le quiere dar visibilidad. "De Expoacción me siento muy orgullosa de los cursos que imparten; no solo hay que prestar ayuda inmediata, con comida o ropa, sino que es necesario prestar orientación laboral y formación", explica la artista, que afirma que solo ayudando uno se siente válido.

También se mostró Beatriz Rico especialmente conmovida con la realidad de muchas familias españolas, las que están incluidas entre los colectivos de emergencia, a las que no dudó en animar a acercarse a organizaciones que presten ayuda. "Uno de los problemas con los que me he encontrado es que hay muchas familias a las que les da vergüenza pedir", denuncia Rico, que no pudo reprimir las lágrimas.

Por su parte Carlos González quiso acordarse de los niños de Kiev, con los que trabajan desde hace años, "Aunque ya no salga en la prensa, en Ucrania sigue habiendo guerra. Hay mucha contaminación y los productos de allí no pueden ser consumidos. Para estos niños, la estancia en Asturias supone un cambio en su salud muy importante. Les llevamos a médicos y a dentistas, y en dos semanas ya han engordado todos tres o cuatro kilos", explica González.

Y esos niños ahora tienen de madrina a Beatriz Rico.