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Mecidos por el "Mambo"

Cuatro asturianos relatan su pasión por el mar a días de iniciar juntos la aventura de la Regata "El Gaitero"

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Tripulación del velero 'Mambo', que participará en la regata 'El Gaitero'

"Lo importante no es llegar al destino, sino disfrutar el camino". Esta es la máxima de los gijoneses Kike Ribero y Juan Muñiz, dos apasionados de la mar que llevan años izando las velas en el Cantábrico. Este año estrenan tripulación y barco en la Regata "El Gaitero", consolidada como la gran prueba del norte peninsular. A Ribero y Muñiz les acompañarán Miguel Crespo y Daniel Morán, gijoneses y experimentados en el mar, y todos se subirán a bordo de "Mambo", un velero "Bénéteau First 31.7", que atracará el martes en la ría de Bilbao. Por delante tendrán cinco días de regata y de pruebas con escalas en las tres comunidades que recorren: País Vasco, Cantabria y Asturias.

Pero a bordo del "Mambo" hay mucho más que espíritu competitivo. Los cuatro marineros se conocieron en el Club Virgen del Mar de Gijón y desde entonces han compartido regatas, salidas y muchas anécdotas. "La amistad surgió mientras sacábamos el título de PER (Patrón de Embarcaciones de Recreo) en la Escuela", comentan unos cómplices Kike y Juan, propietarios del velero, que llevan toda una vida navegando juntos. "¿Te acuerdas en aquella regata, cuando el viento tiraba tanto que la botavara (percha que sostiene la vela) se giró con tanta fuerza que acabaste en el agua?", recuerda Kike Ribero entre risas.

Lo que estos cuatro expertos transmiten es que salir al mar es algo que engancha. Que se lo digan a Miguel Crespo, otro de los tripulantes de "Mambo", que lleva diecisiete años con las velas izadas, o a Kike Ribero, que admite que todo lo mide en términos marinos. "Cuando voy en coche he llegado a decirle a Miguel, 'asómate a la ventanilla por estribor', admite el patrón de "Mambo", entre carcajadas."El mar te gusta o no te gusta, no hay término medio", sentencia.

Siempre que el tiempo sea favorable y tengan disponibilidad, estos regatistas aprovechan las tardes para dar paseos en barco. "Vamos tres veleros; disfrutamos de atracar en puertos y de la convivencia entre todos", explica Miguel Crespo, que es además copropietario del barco "Dube", atracado junto al "Mambo".

Navegar no solo es disfrutar, también requiere horas de mantenimiento y preparación del barco. "Como mínimo, una vez al año hay que pulir el casco y echar una pintura por abajo, para impedir que se peguen las algas", explica Juan Muñiz, que ha pasado la última semana poniendo a punto a "Mambo" para la prueba "El Gaitero".

Entre Santander y Gijón,los participantes de la regata que patrocina e impulsa el Club de Regatas y la empresa asturiana, tendrán que cumplir veinticuatro horas navegando del tirón -depende del viento y de las condiciones del mar- y la tripulación del "Mambo" ya se está preparando para las guardias nocturnas y los rifirrafes en alta mar. "Peor que el mareo en el barco es el mareo cuando llegas a tierra. Atracas y sigues sintiendo el vaivén mientras caminas. Es una sensación muy desagradable", señala Daniel Morán, el benjamín del grupo, que insiste que, cuando estás a bordo de una embarcación, "es más importante la maña que la fuerza".

Además de los gajes propios del oficio, los marineros se enfrentan cada día a muchos contratiempos, como la falta de viento o los temporales. "En el velero nunca puedes planificar las cosas. Siempre depende de factores que no puedes controlar", explica Miguel Crespo, que recuerda: "Una vez veníamos de Lastres y queríamos parar en Ribadesella, pero nos auyentó la lluvia hasta Tazones, donde la falta de calado nos impidió atracar... Al final comimos por el camino, nos detuvimos a pescar y echamos más de siete horas en el mar", señala entre risas. Crespo lleva años participando en regatas y conoció a su compañero Kike en uno de los muchos viajes que organizaba el Club Virgen del Mar en el Mediterráneo. "Tengo navegado hasta Peñas el 31 de diciembre", señala el apasionado marinero, que coge el barco hasta cinco veces por semana durante los meses de verano.

Los tripulantes de "Mambo" pondrán rumbo el sábado a Bilbao, de donde saldrá la flota del 'Gaitero' el miércoles, haciendo parada en Llanes y en Laredo. "Nos está costando mucho conseguir los permisos para atracar en estos puertos", reconoce Morán, que explicaba ayer a LA NUEVA ESPAÑA los parámetros de la competición.

"Como sucede con el hándicap en el golf, cada velero parte de una puntuación diferente. Ésta depende del tipo de barco que compite: los metros cuadrados de la vela, la longitud del barco, la capacidad...A esto se le llama "rating", e implica que, aun llegando por detrás de otro barco, te clasifiques por delante.

Las malas lenguas dicen que el de la vela es un "hobbie" para ricos, pero estos cuatro aficionados a la mar desmienten que sea el polo de los deportes acuáticos. "Yo no fumo. Con los 150 euros que me gastaría en tabaco al mes, puedo pagar el pantalán y el seguro", señala Crespo, que reconoce que "el mercado de barcos hoy en día es muy barato; siempre que sea compartido", reconoce el regatista, copropietario del "Dube" con otros tres socios porque, añade, "navegar es un 'hobbie' que se disfruta en compañía".

Miguel y el resto de los tripulantes del "Mambo" se quejan de la poca promoción que se hace en Asturias del deporte náutico. Más aun después de que regatas como "La vuelta a Asturias" y "La Semana Asturiana de la Vela" fueran suprimidas. "Sales a la bahía y ya no ves tantos barcos, sin embargo te vas a Santander y aquello está plagado", señala Morán. Pero a ellos, al menos, no hay temporal que les quite la afición.

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