El maliayés Iván Martínez Riva coge y lanza la bola con estilo y a pesar de tener aún cinco años, apunta maneras en los bolos. Tiene los maestros en casa. Son su padre, David Martínez, y, sobre todo, su abuelo Tino Martínez, uno de los jugadores veteranos de Villaviciosa. Así que cuando el chavalín se enteró de que ayer podía practicar sus lanzamientos en la bolera portátil instalada en la plaza del Ayuntamiento se puso muy contento, comentó su madre, Laura Riva. "Cuando supo que podían jugar críos, se puso nerviosísimo", explicó. No es para menos, pues en la mayoría de las ocasiones copan la zona de juego los adultos. Así que estaba encantado y más cuando al finalizar le entregaron un llavero, con forma de manzana, por participar, gentileza de la Federación de Bolos con una imagen de la fruta en referencia al Trofeo de la Manzana que se disputa estos días.

Su abuelo también está orgulloso de que Iván continúe con esta afición familiar: "Me gustaría que jugase porque es un ambiente guapo, haces amigos y es un deporte tradicional". Además, es una forma de garantizar el relevo generacional porque "en Villaviciosa no hay ningún crío que juegue". Tino Martínez, de la peña "El Horru" y que ayer formaba parte de la organización de esta actividad, aconseja "tener buen pulso y ser bastante tranquilo, porque si te pones nervioso es más difícil".

El toledano de cinco años Alejandro Jiménez, que pasa unos días de vacaciones con su familia en Villaviciosa, no conocía los bolos asturianos pero se animó a probar y la experiencia también le encantó. Sus familiares seguían de cerca cada una de sus tiradas e, igualmente, el regalo del llavero le hizo mucha ilusión. Fue como un trofeo para estos pequeños. El maliayés de su misma edad, Sergio Paino, siguió igualmente los consejos de José Manuel Costales, jugador de la peña del Ateneo Obrero, y de Octavio Cayado, presidente de la de El Horru. Trataron de enseñarles a tirar y girar la bola. El padre de Sergio, Guillermo Paíno, comentaba mientras animaba a su hijo, que coincidió que pasaban por la plaza del Ayuntamiento y se encontraron con la bolera portátil y el niño se animó a tirar unas bolas. "Alguna vez jugó en la bolera infantil, pero a los bolos tradicionales, no. Y se le da bien...", apuntó. El chaval explicó con desparpajo que "la bola tiene que estar pegada al cuerpo y hay que tirar hacia adelante y pasar por encima de la raya amarilla". Se ve que aprendió bien la lección.

En total, fueron unos 30 niños los que se apuntaron a esta participar de esta experiencia de bolos en la calle. El Ayuntamiento de Villaviciosa ha editado, en colaboración con la Federación, folletos explicativos del juego en castellano y asturiano. Además, de los campeonatos que se están disputando, el sábado hay jornada de bautismo desde las 11 horas.