La cuenta atrás ya comenzó. El cañón de Les Piragues fue bajado del habitual lugar que ocupa en la plaza Venancio Pando, en la villa de Arriondas (Parres), y montado en un camión de la empresa Transportes Llamedo, para reubicarlo en la margen izquierda del río Sella, en la zona donde también estará el palco de las autoridades y personalidades que acudirán a disfrutar de la Fiesta de las Piraguas de Asturias, declarada de Interés Turístico Internacional. Tan sólo resta que, al mediodía del sábado, los artificieros del Pozo Sotón se encarguen del "cañonazu" que dé salida a los casi 1.200 palistas participantes en la prueba.

El tubo del cañón de Les Piragues es originario del siglo XVII y procede, previsiblemente, de las defensas costeras de Cádiz o Cartagena, por lo que su valor es por tanto muy alto. Fue donado a la villa de Arriondas por la Federación Española de Piragüismo, en agosto de 1968, por Juan Antonio Samaranch, en aquella época presidente la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, quien estuvo presente como invitado en la Fiesta de las Piraguas de Asturias. Edición en la que, curiosamente, la mecha la prendió María Teresa Salisachs, esposa de Samaranch, resultando vencedores Juan Manuel Feliz Granda y José Luis Gutiérrez Soto. Está fabricado en hierro fundido, sus proyectiles eran de los llamados "8 libras de pelota" ya que éste era el peso de los mismos, la explosión era generada por 2 libras y media de pólvora negra, su alcance era de unos 529 metros, a un blanco, y de 840 metros, a bala perdida.

El cañón fue usado para dar la salida de las piraguas desde 1968 a 1973. Aún más, en julio del año 1974, cuando era disparado para anunciar el arranque de las fiestas locales del Carmen, en la villa parraguesa, no resistió la onda expansiva y acabó reventado, con numerosos cascotes repartidos por la conocida como Plaza del Cañón. Fue su última utilización sellera.