Orgullosa, con nervios y hasta, en alguna que otra ocasión, emocionada. Así salió Lara Álvarez al balcón del Ayuntamiento para dar el pregón con el que pocos minutos después de las nueve y media de la noche quedaron oficialmente inauguradas las fiestas de la Semana Grande de Gijón de este año. "No sabéis lo que supone para mi compartir un día tan especial, es un honor que me hayan invitado a este acto", afirmó la presentadora deseando al público que se congregaba en la Plaza Mayor "las mejores fiestas de Begoña de vuestras vidas". Álvarez, que lleva varios días disfrutando de las vacaciones de verano en la ciudad después de que finalizara su trabajo como presentadora del programa Supervivientes, reconoció su "tremendo orgullo" de ser gijonesa en una intervención que ella misma dedicó a su abuela, "la que más quiso Gijón del mundo y que más lo supo disfrutar" y que se produjo después de que la transformista Londra Show introdujera a la presentadora.

"No conozco sitio mejor que Gijón para disfrutar de sus infinitas posibilidades, por eso estamos batiendo récords de visitantes, que no sólo descubren nuestra tierrina, sino que se marcha enamorados de ella, y no me extraña", aseguró Álvarez. La presentadora recorrió durante su discurso los lugares de la ciudad más carismáticos para ella. "A los gijoneses nos encanta relacionarnos, quedar en Begoña para tomar el aperitivo, pasear por el Muro, por la calle Corrida, quedar a tomar unos culinos de sidra en el Lavaderu, ir a cenar a Cimadevilla, ahora entiendo porque mis padres tenían tanto interés cuando vivían en Madrid de que yo naciese en Gijón", relató la pregonera acordándose también de su colegio, La Inmaculada, y su adolescencia "en las fiestas del Jardín o en la sesión de tarde del Oasis".

Álvarez finalizó su discurso pidiendo "que renazca el optimismo y las alegrías de todos" y al grito de "Puxa Gijón, Puxa Sporting, Puxa la sidra y Puxa Asturies". Unos gritos coreados desde el público.