Llaranes comenzó ayer sus celebraciones de San Lorenzo por todo lo alto. El pregón del deportista Manuel Guerreiro dio inicio a unas fiestas que posteriormente disfrutaron los más pequeños bañándose en espuma en la plaza Mayor y que prometen diversión a raudales hasta el próximo miércoles.

El atleta nacido en Llaranes y varias veces ganador de la popular San Silvestre avilesina, Manuel Guerreiro, abrió ayer los festejos con un emotivo pregón, en el que se acordó de la historia que atesoran las calles del barrio. "Uno no decide dónde nace ni dónde vive en sus primeros años, pero con el tiempo, las circunstancias de la vida te ponen en el aprieto de tomar una decisión, seguir aquí o cambiar de aires. Quién ha vivido o ha pasado algún momento en Llaranes, mantiene su relación con el barrio porque este poblado recibe a todo el mundo", apuntó.

Desde uno de los balcones centrales de la plaza Mayor, Guerreiro también quiso recordar su infancia en el barrio. Y repasó sus "paseos por el Monte Guión, los domingos en el Muro de Zaro para ver al Real Avilés Industrial o los entrenamientos en las pistas de La Toba".

Tras el pregón, que congregó a más de un centenar de personas, los más pequeños de Llaranes se mojaron y disfrutaron con la espuma en la tradicional fiesta. Decenas de niños, algunos ataviados con gafas y bañadores porque la ocasión lo requería, llenaron el centro de la plaza Mayor, donde un coche cargado con un cañón de espuma estaba esperándolos para bañarlos en agua y jabón. A pesar de algún que otro incidente cuando la espuma entraba en los ojos, los niños que asistieron a la fiesta disfrutaron y jugaron, para después dar paso a los juegos infantiles y abrir unos festejos que honrarán a su patrón. Hoy siguen con una carrera popular de 5,2 kilómetros a las 18.30 horas.