Con la resaca de "les piragües" aún en el cuerpo, Asturias se dio cita en el "Prau Salcedo" para disfrutar de otra de las grandes fiestas del verano en la región: el Xiringüelu. Las casetas de las distintas peñas aportaban colorido a un acontecimiento que reúne a más de 25.000 personas en el recinto praviano. Los jóvenes, equipados con todo tipo de artilugios para paliar el calor, combatían las altas temperaturas con ingentes cantidades de sidra, que acompañaban a la música del escenario principal y de las charangas que amenizaban el ambiente.

En esta 76ª edición el gran protagonista fue el amor, con multitud de parejas que celebraban públicamente su pasión. Así, en la fiesta praviana se pudo disfrutar de un simulacro de boda y una pareja que celebraba haberse conocido, hace 30 años en la gran fiesta del occidente asturiano, además de las cada vez más tradicionales, despedidas de solteros.

La celebración se prolongará hasta que caiga el sol, hasta que se acabe la sidra, o hasta que el cuerpo aguante.