Dicen que el pasado siempre vuelve pero, a veces, un viaje en el tren de la memoria trae recuerdos que permanecían escritos para volver a llenar viejos vacíos olvidados. En este caso: letras de canciones que devuelven a la niñez y que recuperan el espíritu joven de quien nunca ha dejado de sentirse vivo. Ese es el efecto que tuvo la "Noche mágica de los 70" celebrada ayer en la plaza Mayor, donde cientos de gijoneses disfrutaron de las míticas voces de las bandas más importantes del rock español de los años 60 y 70.

Miguel Ángel Carreño, Micky, de "Los Tonys", Pepe Barranco de "Los estudiantes" y "Los Pekenikes" y el grupo asturiano "Los Linces" protagonizaron una velada cargada de nostalgia. Los asistentes también esperaban a Mike Kennedy, el cantante alemán de "Los Bravos" afincado en Vitoria, pero por motivos médicos, no pudo ser. "Kennedy sufre un cuadro de vértigo periférico y no le recomiendan viajar, le reconocieron ayer en un hospital del País Vasco", explicaron desde la organización.

La suerte tampoco había acompañado a este tipo de conciertos en ocasiones anteriores, ya que hace dos años la actuación concebida como un homenaje a la trayectoria de Micky tuvo que cancelarse debido a la fuerte tormental sobre el arenal de Poniente. Pero esto sólo incrementó las "ganas de más" de los seguidores de estos estilos musicales, que este año esperaban en la plaza gijonesa para disfrutar de las letras que les llevarían de vuelta al pasado, a pesar de su inusual hora de inicio (19.00 horas).

Cogiendo sitio en primera fila y sentados en unas sillas para una espera más cómoda estaban José Fernández y Encarnita Iglesias. "Llevamos aquí desde las 5 de la tarde porque queremos verlo bien. Ya vimos actuar a Micky el año pasado y este verano tampoco queríamos perdérnoslo", explican antes de la actuación. También en primera fila esperaba Pedro Fernández, un gijonés que cuenta aún emocionado cómo el año pasado "conseguí una foto con Micky. Yo de los 70 y 80 vengo a lo que haga falta", comentó divertido, "además del soul y el jazz, este tipo de música es el que más me gusta".

Y aunque no todos son eran fieles seguidores, muchos se acercaban a los alrededores del escenario para seguir de cerca el evento. Sebastián Martín y Amor Espinosa no quisieron perdérselo: "Nosotros venimos siempre que podemos a los conciertos que se celebran en agosto. Después de este vamos a ir a Panorama", comentaban. "Yo tengo muchas ganas de ver a Micky y los demás, porque son de mi quinta y me sé las canciones", confiesa Espinosa.

La actuación fue tal y como lo había predicho el grupo de amigas formado por las gijonesas Bea, Margot y Marta: "es para pasarlo pipa". Las espectadoras esperaban "escuchar las canciones que nos recuerdan a nuestra niñez: ¡vamos a cantar como crías porque nos las sabemos todas!", comentaban entre risas. Y así fue. Un vivaz Micky, que mostró las mismas ganas de siempre, se hizo con los primeros tiempos del concierto, el cual animó con palmas, anécdotas y algún que otro "¡arriba plaza Mayor!" que los gijoneses recibieron con silbidos, aplausos y mucha marcha. La gente se arrancó a bailar y el buen humor se contagió rápido como la pólvora entre los que no dudaron en cantar sus recuerdos a viva voz. "A ver si me voy a emocionar, que estoy muy sensible estos días y sabéis que me encanta venir a Gijón", dijo el cantante durante el concierto, dibujando sonrisas de ternura entre el público gijonés. Una velada que emocionó a todos, empezando por sus protagonistas.

La música volvió a ser, por tanto, protagonista de la jornada veraniega. Hasta cuatro escenarios ubicados en distintas zonas convirtieron a Gijón en una telaraña de melodías para todos los gustos. Además de los clásicos del pop y el rock español de la plaza Mayor se coló en la ciudad el espíritu cubano, con el "Cuban Sound Project" en Poniente. Igualmente el concierto multitudinario de la Orquesta Panorama impregnó el parque Hermanos Castro de ritmo, otro de los protagonistas de la noche mientras "Los Testigos" actuaban en el Jardín Botánico en uno de los conciertos íntimos que completan la oferta del verano. Fue una noche de música en todo Gijón.