El espectáculo irá variando el ritmo. En unos momentos habrá explosiones únicamente bajas, y en otros únicamente altas, con el fin de que se disipe el humo en los diferentes sectores del cielo. En los puntos álgidos, sin embargo, habrá fuegos a muchas alturas simultáneamente. Las previsiones meteorológicas "son favorables", aunque el factor del viento "no se sabe hasta el último momento".

Teresa Sánchez, gerente del Teatro Jovellanos, augura, por su parte, que "vamos a tener una noche preciosa, con la ciudad a tope de gente". Asimismo anima a gijoneses y visitantes a acercarse a las actuaciones programadas por el Ayuntamiento para después de los fuegos artificiales: una verbena en el Paseo de Begoña con la orquesta "Assia" y un recuerdo al pop de los años 80 y 90 en la explanada de Poniente.

Gijón tiene todo preparado para su gran noche de fiesta. Y en esta ocasión será de dimensiones olímpicas.