El teatro Palacio Valdés arrancó ayer sus "visitas teatralizadas gratuitas", que terminarán mañana después de haber superado el límite de 90 inscripciones en menos de una hora. El recorrido dura alrededor de una hora y cuarto y permite a los asistentes acceder a rincones hasta ahora restringidos, como los camerinos, el espacio entre bambalinas o el foso del coliseo, con la interacción continua de diversos actores de la compañía Factoría Norte.

El artista que interpretaba a don Antonio, vestido de acomodador, fue el encargado de ejercer ayer de guía turístico por todo el edificio. De cerca le seguía Josefina, que encarnaba el papel de una atenta visitante que no se podía resistir a preguntarlo todo, llegando incluso a subirse a bailar al escenario principal y a interesarse por el estado civil del guía. Don Antonio, tratando de ignorar a Josefina, explicó a los asistentes la gran historia tras el teatro Palacio Valdés. A finales del siglo XIX, en Avilés no había grandes teatros. "Tuvimos uno muy pequeño y un circo-teatro, pero ninguno de los dos parecían estar a la altura de la burguesía avilesina", explicaba. Según el actor, así fue como el arquitecto Miguel del Busto recibió la orden de construir un teatro de mayor envergadura, con la ayuda económica del pueblo.

"Se realizó una campaña de donativos ciudadanos, que se convertían en socios fundadores del teatro a cambio de una aportación de 500 pesetas. El 5 de agosto de 1900 se organizó una gran fiesta en la finca para celebrar la colocación de la primera piedra, con figuras como Clarín o la marquesa de Avilés como asistentes", explicaba. Pero la construcción del edificio no tardó en flaquear. Durante dos décadas el teatro no tuvo los medios suficientes para terminarse y estuvo años en una larga situación de abandono. "Fue una pesadilla para los avilesinos, veían que sus esfuerzos económicos no servían para nada. Ahora que lo tenemos aquí, no podemos dejar que se olvide. Es una pieza histórica clave de nuestra cultura", aseguraba el actor. Los asistentes pudieron acceder a zonas del teatro que normalmente no permiten visitas, como los camerinos de las grandes estrellas o el foso del edificio, que todavía conserva la maquinaria original. "Es una excepción rarísima que un teatro de estas cualidades la conserve y la utilice", relataba don Antonio.

Carmen Gallo, de la compañía asturiana Factoría Norte, incidía en la singularidad de estas visitas. "Al poner un límite de 30 personas por grupo, podemos permitir que accedan a zonas más privadas", explicaba. Las plazas de estas visitas no tardaron en agotarse. "Recibimos un aluvión de inscripciones. Una hora después de abrir el plazo, ya habíamos llenado los tres grupos, tenemos a mucha gente en reserva. Se han apuntado avilesinos, gente de todo Asturias y hasta turistas de A Coruña o Sevilla", aseguraba.

Durante la primera visita de ayer, que se alargó durante más de una hora y media, una de las preguntas de Josefina hizo referencia a la conocida leyenda que supone la existencia de un misterioso espíritu en los sótanos del teatro. Mientras Antonio intentaba explicar que no había nada que temer, las luces del Palacio Valdés se apagaron y un foco de uno de los palcos iluminó el rostro de un tercer actor, que aseguraba ser el temeroso espíritu teatral.

Nerea Reyes, de 4 años, no se perdió detalle de ninguna de las intervenciones. De hecho, ayer mismo decidió que de mayor sería actriz de teatro. Se subió al escenario, replicaba a don Antonio cuando sus explicaciones no le parecían suficientes y se soltaba de la mano de su madre para adelantar a las 30 personas de la visita y ponerse en primera fila. Su madre, Cristina Alarcón, no se mostraba sorprendida por la reacción de su hija. "Siempre la llevo a espectáculos teatrales infantiles, así que sabía que esta visita le iba a interesar mucho", aseguraba. Ana Calderón, original de Castrillón, salió del teatro con la misma sorpresa. "Creo que ha sido todo un acierto incluir a actores para amenizar la visita. He descubierto datos históricos que no conocía y nos lo han explicado de forma divertida", apuntaba.

Estas visitas teatralizadas han superado el éxito recibido hace tres años, según Carmen Gallo. "Esperábamos una buena respuesta por parte del público porque decidimos ofrecer las visitas de forma gratuita, pero este éxito tan rotundo nos animará a organizar más recorridos en el futuro", explicaba, mientras reconocía que con estas nuevas visitas la organización pretendía "homenajear la figura de don Armando Palacio Valdés, por su relevancia en la vida cultural avilesina".