La cucaña en Lastres es cosa de los "Chicaguinos", una saga familiar que se ha ido haciendo con el ansiado ramo en las últimas ediciones de esta entrañable prueba, broche final a las fiestas de San Roque. Ayer fue Javier Fernández, más conocido como "Manín", quien a la quinta ronda logró deslizarse por el tronco de eucalipto y caer al agua con el trofeo. "Chicaguín" orgulloso, también lo es su primo Sergio Covelo, el ganador de las tres anteriores ediciones.

El joven de 26 años rememoró cómo su tío Rafa Menéndez Braña fue el primero en ganar la cucaña hace unos veinte años, cuando era "muy mítico" en la prueba. El triunfo de Fernández -hijo del patrón mayor de Lastres, Julián Fernández- tardó casi una hora en llegar y sus movimientos destacaron entre los de otros veinte participantes.

El "Chicaguín" recorrió la mitad de los doce metros de cucaña de pie, cayó sobre el palo y al deslizarse en el tramo final arrastró consigo el ramo. Minutos después, ya en tierra firme, confesaba que lo suyo fue "mucha suerte. Yo no soy de los buenos saltando". Sea como fuere, las felicitaciones no se hicieron esperar y buena parte de los participantes se tiraron al agua en cuanto Fernández se hizo con el trofeo, en medio de una sonora ovación.

La cucaña de ayer fue, según destacaron muchos de los presentes, de las más concurridas de los últimos años, tanto en cuanto a espectadores desde la zona seca como de bañistas en el puerto. No hubo que lamentar, por suerte, ningún accidente entre los participantes, una responsabilidad de la que la Sociedad de Festejos de Lastres y Luces (SOFELL) recordó no se iba a hacer cargo. Del mismo modo, los menores de edad necesitaban autorización paterna para tomar parte.

En segundo puesto quedó Raúl Fernández (hermano del ganador) y en tercero Sergio Covelo, logrando así estar en el pódium durante cuatro años consecutivos. Se llevaron premios de 200, 100 y 50 euros, respectivamente en una prueba que volvió a ser únicamente masculina. La organización reserva un premio de 300 euros en caso de que gane una mujer y para animar a que participen, pero tampoco este año hubo ninguna valiente que lo intentara.

El asunto no es baladí, pues los aspirantes tienen que recorrer 12,5 metros del tronco de un eucalipto -transportado por el Ayuntamiento de Colunga en una carroceta- que previamente ha sido engrasado. Esta tarea lleva años corriendo a cargo de "Carriles" y "Pistón", dos habituales del muelle lastrín que horas antes se afanan en darle sebo (grasa de cerdo) para que esté bien resbaladiza. "Este año es vaselina porque no había grasa, pero resbala igual que siempre", explicó "Carriles" antes de pedir ayuda a los ganadores para retirar la cucaña del borde del puerto. Al final del tronco se ata una rama que el ganador debe alcanzar, dando por terminada la prueba. Los organizadores pensaron ayer en entregar los premios en el propio muelle para no interrumpir la orquesta, pero los propios ganadores les pidieron que respetasen la tradición. Así lo hicieron y los tres primos recibieron repetidos aplausos en el escenario de la verbena, este sí en una nueva ubicación. SOFELL, que se hizo cargo de San Roque este año por primera vez, decidió trasladar la fiesta de la explanada de El Manso, donde se hizo en las últimas ediciones, a "junta", el nombre que los lastrinos emplean para referirse a "junto a la iglesia" de Santa María de Sábada. Hacía por lo menos siete años que la fiesta no se hacía en la plaza de la iglesia y fueron muchas las voces que el año pasado reclamaron la recuperación de este espacio para la fiesta de San Roque, pues se había convertido en lugar de botellón.

Tras la celebración de la cucaña y el disfrute de la espléndida tarde de sol a medianoche llegaron los tradicionales fuegos artificiales de San Roque, que este año corrieron a cargo de la pirotecnia de Emilio Díaz, de Torrelavega (Cantabria), otra de las novedades en la programación festiva. Los fuegos se tiraron desde la punta verde del espigón, en el final del paseo del muelle, y este espectáculo puso el broche a unas fiestas que concluyeron con la última de las verbenas, a cargo de las orquestas "Dominó" y "Versión Original". Durante la noche, además de la entrega de premios, también se sorteó una tarta con una foto de Lastres que la confitería Cristina donó a la organización, además de un lote de marisco. Fuentes de SOFELL destacaron la buena marcha de la fiesta, que se desarrolló sin altercados, con mucha gente y muy animada.