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Luisa Gavasa | Actriz

"Que me releguen a papeles de señora con moño que hace calceta, pues no"

"Este año con mi trabajo en 'La novia' me lo he llevado todo en premios y estoy encantada"

Luisa Gavasa. foto sessions

La Academia ha nombrado ya las tres precandidatas a representar al cine español en los premios Óscar. Y en esa terna está "La novia", adaptación de la obra lorquiana "Bodas de sangre" de Paula Ortiz. Esa película, y la actriz que más galardones acumula por su trabajo en ella, Luisa Gavasa (Zaragoza, 1951), llegan precisamente este sábado a la plaza de toros de El Bibio. La proyección, que se iniciará a las 22.00 horas, está incluida dentro del Ciclo Gas Natural Fenosa de Cine Itinerante Verano 2016, con el aliciente de que contará con un coloquio posterior con Gavasa, una veterana del cine y la televisión en España, en un cara a cara con el público.

-¿Y si llega el Óscar?

-Lo recibiremos con mucha alegría. Sería maravilloso, el colofón a un camino largo que lleva "La novia". Tenemos contrincantes importantes en la preselección ("El olivo" y "Julieta") pero debemos pensar que nuestra película va a ir.

-¿Se valora más el cine español fuera que dentro?

-"La novia" ha sido muy valorada dentro del país, hemos tenido críticas estupendas y 12 nominaciones a los premios Goya. Pasa en todo, la mirada de fuera es más objetiva que la mirada de dentro pero no me atrevería a decir que se valore más, quizás que se haga con otra mirada. Desde luego para "La novia", a nivel de crítica, público y premios no se puede pedir más. Bueno sí, el Óscar (risas).

-Desde 2005 España no logra nominación a "Mejor película de habla no inglesa". ¿Ha empeorado el cine español?

-Ha mejorado el de otros países. No creo que haya bajado la calidad del cine español. No lo creo.

-¿En quién pensó cuando recibió el premio Goya a la mejor actriz de reparto?

-En mi hijo. Pensé en el orgullo que debía tener en ese momento hacia su madre y fue un momento de mucha gratitud hacia todas las personas que me han querido y me quieren hasta la vida, pero el primer pensamiento, lo reconozco, fue para mi hijo.

-Siempre se les ve sonrientes, de fiesta en fiesta. Va a pensar el público que su profesión no es dura.

-Hay quien se cree que los actores estamos de gala en gala y de modelito en modelito. Cambia la percepción cuando se ve un rodaje y se comprende que te tienes que levantar a las seis de la mañana y tirar a un río o una piscina, si toca. Y, por lo general, cuando te tienes que tirar a un río es invierno y cuando vas con un abrigo es verano. Es un oficio como todos, que tiene su parte dura aunque el público se queda con la parte más amable. Pero cuando rascan un poquito se dan cuenta que es algo sacrificado, de muchos madrugones, de frío en invierno y de calor en verano.

-También ha logrado este año el premio de la Unión de Actores, el Feroz y el Simón, ¿ha sido el papel de su vida?

-Hasta ahora sí, pero se ha olvidado del premio del Círculo de Escritores Cinematográficos, que es el más antiguo que se concede en España. Este año me lo he llevado todo y estoy encantada. Es el papel más grande que he hecho pero también es verdad que luego viene lo que la vida me vaya deparando. A partir de ahora, en concreto, me depara un personaje en la película "Incierta gloria", de Agustí Villaronga, es un personaje muy atractivo, interesante y que he disfrutado mucho. Y he sufrido mucho menos que con la madre de "La novia".

-¿Tan duro fue el rodaje de "La Novia"?

-Sí, por las condiciones. Tan pronto llovía que hacía calor. Fue todo a la contra. Todo era en exteriores y había muchas cosas que se complicaban. Además, ese papel como actriz me colocaba delante del miedo más grande que puede tener una mujer: la pérdida de un hijo.

-Estará en Gijón, en la novena parada del ciclo de cine itinerante que protagoniza "La novia". Proyección más coloquio. ¿Ha cambiado la forma de ver cine?

-Es muy interesante y la gente se involucra, quiere saber, se emociona y lo agradece. Con "La novia" he viajado mucho, he hecho mucho coloquio, y es una forma de que el espectador amplíe el punto de vista de lo que es ir al cine.

-¿El cine es todavía un espectáculo de masas?

-Si fuera más barato el público iría más porque a la gente le gusta ir al cine, como se demostró con las campañas de precios reducidos, que había colas enormes. Otra cosa es que todo el mundo no se lo puede permitir y si tiene que elegir entre ir al cine o comer elige comer o pagar el recibo de la luz. El cine no debe ser un lujo, tiene que ser algo que forma parte de la cultura del ciudadano.

-Le he leído que el actual gobierno, ahora en funciones, les está machacando.

-No he visto que ningún partido haga un gran programa sobre la cultura, parece que no les interesa mucho. Ni a los que están ahora ni a los que podrían estar. El 21% de IVA sí nos ha machado, y eso es un hecho que pertenece a este Gobierno. Eso no significa que otro gobierno se fuera a volcar en la cultura. En general nos tienen miedo a los actores, a los músicos. Nunca lo he entendido.

-¿No es peligroso un país sin cultura?

-Es gravísimo, nos vamos al abismo. Crearemos una sociedad de chicos y chicas que se preocuparán por meterse en una discoteca, en bares o leer periódicos deportivos, que me parece muy bien pero todo en una medida. Vivo en Madrigal de la Vera, en el campo, y se nota mucho en la gente del pueblo cuando se hace algo cultural, la gente está sedienta de eso. En los pueblos no hay nada, insisto en lo interesante de acercar el cine a los pueblos. Ojalá lo sigan haciendo de por vida. No se puede perder porque de otra forma habrá una generación de incultos, de necios y de brutos que en unos años conducirán el país y no podemos dejar un estado en esas manos de gente sin unos mínimos de formación.

-¿Siguen las mujeres, a ciertas edades, relegadas a papeles de madres o abuelas?

-A partir de cierta edad no nos ven en el oficio, somos como invisibles. Mi hijo y mi nuera son guionistas y me lo dicen, "mamá a partir de 40 años ya no quieren personajes". Y las mujeres de mi edad, sesentañeras, tenemos mucho que decir porque hemos vivido mucho. Y nos queda mucho por vivir. Que me releguen a un papel de señora que está haciendo calceta con un moñito, pues mire usted, no, que sirvo para muchas más cosas. Además, con eso me descalifican como mujer, ya no puedo ser objeto de deseo, ni puedo desear ¿por qué? Eso lo llevo como bandera. No se escribe cine para mujeres y en este país nuestro, que es un país de viejos, se escribe para yogurcitos y para niñas de 18 años, cuando hay mucho que contar de la gente madura a la gente joven. Hoy por hoy, a una mujer no le van a encargar un gran proyecto, se lo darán a un hombre aunque lo vaya a hacer peor. Hay miedo a encomendar grandes entregas a mujeres. Es de un sexismo absoluto.

-¿Quizás el cine ya no va por delante de la sociedad?

-En algunas cosas sí y en otras no.

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