Villaviciosa fue la primera institución que reconoció al príncipe Carlos de Gante y le recibió como rey antes de que lo hicieran las Cortes. Fue el día siguiente a su desembarco con el que pisó por primera vez tierra española: el domingo 20 de septiembre de 1517, cuando, acompañado de su hermana Leonor, fue recibido por "los alcaldes de la villa", que "fueron a su alojamiento para hacerle la reverencia"

Habían sido acogidos en la Casa de los Hevia, propiedad de Rodrigo de Hevia, chantre de la catedral de Oviedo. Los mandatarios de la villa le hicieron entrega de unas cubas de vino, doce cestos de pan blanco, seis bueyes y veintitrés carneros. Este episodio suele pasar desapercibido y Etelvino González, presidente de la asociación Cubera, resalta su importancia.

¿Cómo fue la llegada del entonces príncipe al concejo de Villaviciosa, que hoy recrean en Tazones y mañana en la Villa? Fue por culpa del azar y a ellos no les hizo ninguna gracia. Es más, ni el mismo Laurent Vital, ayudante de cámara, se corta al titular uno de los capítulos de su Relación del Primer Viaje de Carlos V a España "De cómo los pilotos quedaron al día siguiente muy avergonzados de encontrase frente a las costas de Asturias y toda la nobleza muy extrañada cuando se le dijo". Era un sábado, 19 de septiembre de 1957 y duodécimo día del periplo que habían iniciado en Flessinga (Holanda). La tripulación de las naves se llevó un buen chasco al descubrir que estaban frente a las costas asturianas y no las de Vizcaya, como creían. "Como vizcaínos hubieran tenido el honor de haber llevado a su nuevo rey y señor desde tan lejos al país de ellos (?) y en Santander se hacían los preparativos para la llegada. Mediante lo cual estos pilotos esperaban tener el honor para siempre y algún don gratuito, gracia o privilegio", explica Vital.

Describe el Principado como "un país tan abandonado e inhabitable a donde jamás llegó príncipe alguno". La parte que menos gusta a los vecinos de Tazones, que ponen en duda las palabras del cronista del viaje, aunque muchos otros les parece una osadía cuestionarlas, es cuando Laurent Vital escribe que el Tazones de entonces "era un lugar demasiado malo para alojarse en él tanta gente principal, y a causa de que, a dos leguas cerca de allí había una buena villita, donde estarían mucho mejor alojados que en dicho Tazones".

La polémica está servida. Pero sea como fuera, Tazones reclama su protagonismo y hoy volverán a rememorar aquel acontecimiento histórico, pues fue aquí donde por primera vez Carlos V pisó tierra española. Llevan representando el Desembarco, treinta y seis años y en esta edición incorporan novedades como el espectáculo de cetrería y la lucha de caballeros, en la playa, a las 17 y 18 horas. Son el anticipo de la puesta en escena de la llegada del rey, a las 19, 30 horas. Lo volverá a encarnar Víctor Berros y a su lado, en todo momento, seguirá estando su ayudante de cámara, Laurent Vital, al que da vida José Luis Fernández. De cerca, pero sin robar protagonismo, Anacelia Álvarez, representará a doña Leonor. Son parte del elenco interpretativo de Teatro Contraste, al que se suman los vecinos de Tazones, que emulan a sus antepasados.

Según el relato de Laurent Vital, no les extrañó que inicialmente les confundieran con enemigos y que los vecinos se armaran de palos, jabalinas, dardos, espadas y puñales. El miedo de aquellas gentes se convirtió en alegría cuando descubrieron las armas de Castilla en las banderas del Rey. Al día siguiente fue cuando les recibieron con todos los honores. Con la intención de entretener al Rey y a las damas en la capital maliayesa también organizaron un espectáculo taurino. Aquí pasaron cuatro noches en la Casa de los Hevia y tres días.

Villaviciosa no lo olvida y lo recordará mañana, con visitas guiadas y teatralizadas, y con la recreación histórica, a las 21 horas. Aunque durante todo el día habrá varias actividades para conmemorar aquel gran acontecimiento.