Asistir a una jornada del Hípico y no apostar es como ir a una fiesta de prao y no probar la sidra. Le quita el sentido. Muchos lo hacen a bulto y sin pensar, mientras que otros sopesan la decisión en función de una infinidad de variables, como la trayectoria del caballo o la nacionalidad del jinete. Sea como sea, no hay quien no corra a hacer cola en las taquillas entre serie y serie y se quede sin uñas cuando sale a la pista su elegido.

Para los jugadores más entrenados, la prensa e Internet son sus principales aliados."Este año está yendo de pena", afirmó Luis Suárez, que es de los que acuden a Las Mestas desde el primer día hasta el último. "Hoy tiene toda la pinta de que la triple gemela va a quedar desierta", añadió el asturiano. Y es que nunca se sabe.

Muchas veces el azar juega de parte de los más lanzados. "Hace dos años fui el único acertante con la gemela 2=6, que son los números a los que siempre apuesto. Gané 1.600 euros, y eso que eran los peores jinetes", se jactó el gijonés Carlos Pérez, que ayer cobró otras tres gemelas. "Yo hago caso a lo que dice mi sobrino y, oye, alguna vez me llevé veinte euros para casa", señaló la gijonesa Consolación Morán. "Miro quien corre en la pantalla y apuesto a voleo", explicó Vanesa Fernández, que aguardaba ayer impaciente para que le llegara su turno en las apuestas. Leticia Mañana jugó por el francés Marc Dilasser, siguiendo su criterio de "apostar por nacionalidades".

Entre el común de los jugadores siempre están aquellos que se lo toman muy en serio, y que acumulan años de experiencia y conocimiento sobre jinetes y caballos. "No somos fetichistas", señaló Jorge Díaz, que dice "no haber perdido dinero ningún día de este año". "Lo de mi marido son estudios superiores. Guarda los libretos de todos los años, controla varias páginas web y recoge información de otros concursos de caballos", explicó Lucía Suárez, que acudió ayer al Hípico con sus amigos de la peña Fernando Bulnes, clásicos asiduos de Las Mestas.

Pese a que en Gijón las prediciones no son ley, el conocimiento es poder. Que se lo digan a Luis Suárez, que ha llegado a cobrar seis mil euros por una triple gemela. "Lo más importante es el jinete, pero el caballo es imprescindible. Es una combinación", indicó el aficionado, que se ha recorrido lugares como Coruña, Vigo o Salamanca de competición en competición. "Lo apunto absolutamente todo en el libreto. Pero al día siguiente prefiero no traerlo. Te vuelves loco con tanto dato", señaló el asturiano, que comentaba ayer la competición con el grupo de amigos con el que asiste desde siempre. "Prefiero no leer la prensa. Basta que esté muy enterado de los jinetes para que me salga todo al revés", agregó Luis Suárez.

Luis Menéndez, un confeso lector de LA NUEVA ESPAÑA, prefiere seguir la fórmula tradicional y asiste siempre al hipódromo con su chuleta sobre los participantes. "Prefiero venir con todos los datos recopilados del periódico", apuntó el gijonés. Con la información o sin ella, solo queda esperar que sigan las apuestas.