"Casi aprendí a caminar en Las Mestas y para los que vimos crecer el Hípico es duro presenciar ahora su decadencia". La reflexión final la verbaliza Luis García aunque bien podría llevar la firma de otros muchos habituales a esta cita del verano gijonés que acuden con temor, año tras año, al contemplar que los jinetes "no traen a sus mejores caballos". "Esperemos que esta situación sea pasajera porque el concurso da prestigio y relevancia internacional a Gijón porque se televisan muchas pruebas que se ven en todo el mundo; el Ayuntamiento debe tomar cartas en el asunto y ver la importancia que tiene", incide Luis García.

"Ha sido un concurso muy animado pero ciertamente raro, con pocos recorridos sin penalidad y eso siempre es malo", apuntan las hermanas Carmen y Sonsoles Mallo. En la misma línea hace balance Santiago Menéndez quien percibe que cada año "el concurso, en lo deportivo, va a peor, prueba de ello es que es la primera vez que en una prueba de caza -de velocidad y manejabilidad- eliminan a tres caballos por exceso de tiempo. Nunca había visto algo similar en Gijón". De esta valoración global, Menéndez deja al margen la segunda manga del Gran Premio, disputado ayer, y en el que los jinetes iban mejorando el tiempo conseguido por los antecesores hasta la victoria final del irlandés Dermott Lennon. "El desempate de hoy ha sido muy guapo y, aún habiendo perdido en las apuestas lo he disfrutado mucho porque ha tenido emoción", reconoce.

No obstante, el ambiente que se vive en el hipódromo con más de 50.000 personas de miércoles a domingo ha creado quórum en un diagnóstico sobresaliente. "Este año he podido venir todos los días y me lo he pasado muy bien porque cada año las instalaciones son mejores y las actividades lúdicas al margen del concurso están mejor", reconoce Santiago Menéndez. "Cada vez es más cómodo venir y hay muchas actividades como la galería de tiendas o la zona de los hinchables para niños. Todo eso es un valor añadido", concede Carmen Mallo.

Hay quien ya cuenta los días para la cita del año que viene en la que todo parece indicar que el verano gijonés se quedará sin concurso oficial aunque sí se podrá disfrutar sobre el verde de Las Mestas internacional y de máxima categoría. Es el caso de Josefa Fernández que espera regresar, con todas sus compañeras, de palco a la próxima edición. Y lo hace con un lamento y un ruego. "Me apena que no vaya a haber Copa de Naciones el año que viene y espero que arreglen la zona de palcos, al menos los accesos por la escalera, que para la gente de avanzada edad como nos resulta difícil subir y bajar cada serie al no tener un pasamanos para ir más segura", implora Josefa Fernández.

Con mejor o peor nivel sí es seguro que el lleno volverá a estar asegurado.