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Bimenes quiere honrar a los represaliados lingüísticos

Los yerbatos aprueban la ordenanza del uso del asturiano en su Fiesta de la Oficialidá de la Llingua

Los alcaldes Aitor García y Artur Nunes, con la capa de honor mirandesa. M. MENÉNDEZ

"Es necesario dignificar la memoria de los represaliados lingüísticos, que los hubo". Son palabras del alcalde de Bimenes, Aitor García, y las pronunció ayer, el mismo día en el que la corporación yerbata aprobó la ordenanza de normalización del uso del asturiano en el concejo que hace 20 años lo declaró oficial, convirtiéndose en el primero en hacerlo. Lametó que a pesar de haber pasado dos décadas, la demanda continúa siendo las misma: lograr su oficialidad. Animó a otros municipios a seguir los pasos de Bimenes y a los diputados a aprobar la cooficialidad de la llingua. Apoya que la mejor forma de defenderla es precisamente hablándola. Aspira a que en algún momento sea necesario cambiar el nombre de la Fiesta de la Oficialidá de la Llingua Asturiana, de Bimenes, de la que ayer se celebró la vigésimo primera edición, por el de Fiesta de les Llingües, porque eso significará haber conseguido el objetivo de equiparar el asturiano a una lengua oficial.

Pero el de ayer también un fue un día importante para Bimenes y para Miranda do Douro, concejo portugués con el que los yerbatos se hermanaron en 1999. La mejor forma de estrechar lazos entre los dos pueblos y reafirmar su compromiso fue dando el nombre de Miranda do Douro a la plaza del Ayuntamiento, en Martimporra, como también aprobó la corporación en el Pleno extraordinario que se celebró. Los dos alcaldes, el yerbato, Aitor García, y el mirandés, Artur Nunes, se encargaron de descubrir la placa con la denominación de este espacio público. También, la del monolito con la inscripción "la nuesa alma ye la nuesa tierra", en asturiano y mirandés. Son dos lenguas que tienen mucho en común. Es de granito porque "es la tierra, tradición y raíz de Miranda. Poner esta piedra es poner nuestra raíz", explicó su alcalde. Hasta la localidad portuguesa, en la que también se le dedicará una plaza a Bimenes, viajará un vagón para recordar el pasado minero de los yerbatos. La jornada continuó con bailes regionales de aquí y de allá, jira, juegos tradicionales o la música de Anabel Santiago.

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