"Conocí a la que ahora es mi mujer en una pipa de sidra del Festival de Nava en 2010, le pedí matrimonio aquí mismo en la edición de hace dos años. Nos casamos este año en un lagar, y ahora esperamos un hijo", relataba entusiasmado Raúl Villa, naveto y pipero, dándole un culín a su mujer Ana Noriega, de Gijón y amante de la sidra. El Festival de Nava- que celebra su cuarenta aniversario con la presencia de 15.000 personas, entre los que se repartieron 1.800 litros de sidra- es el marco donde se forjó una relación en torno al caldo dorado. "Lo que la sidra ha unido, nada lo separa", afirmaba Noriega.

Este fervor por la bebida tradicional asturiana la comparten también los miembros de "La Buena Cofradía de los Siceratores". Su presidente, Roberto Llamedo, señalaba el motivo de esta atracción. "Por las venas del asturiano circula la sidra. Es amistad, unión, mucho más que una bebida cualquiera porque siempre se toma en compañía". Precisamente, esa es otra de las señas de identidad del Festival: la unión, amigos que se juntan para disfrutar entorno a las pipas. "Todo es gracias a las barricas. Si no fuera por ellas esta comunión sería imposible", apuntaba Lucía Onís, una de las piperas encargadas de servir a los presentes en la jornada de ayer.

Visitantes de varios puntos de España no quisieron perder la oportunidad de visitar este festival de culto. "Solemos venir mucho a Asturias, pero a Nava es la primera vez. Nos parece una verdadera pasada, el ambiente de hermanamiento entorno a la sidra es magnífico", contaba Mercedes Rodríguez, una santanderina que acudía a degustar la sidra en los primeros momentos de apertura de las pipas.

Otros que no quisieron faltar fueron los pacientes de la Asociación de Espina Bifida e Hidrocefalia de Bizkaia (ASEBI). "Todos los veranos organizamos un campamento veraniego en Asturias. Nos han tratado genial en todos los sitios, han sido muy comprensivos y creemos que así damos un paso más en la integración social de este colectivo", apuntaba la responsable del grupo Judith García, que añadía :"Se lo recomendamos a todo el mundo".

Los navetos además de acoger a los visitantes de fuera disfrutaron como cada año de una de sus fiestas más importantes. "Soy fiel al Festival desde siempre. Nos ayuda a dar a conocer los lagares, y todo lo que implica elaborar la sidra de manera artesana. No hay nada más asturiano, más familiar, es un orgullo para nosotros", sentenciaba Juanma González, un joven local que año tras año espera "ansioso" que llegue "esta fecha tan especial".

Las celebraciones continuarán en la jornada de hoy, domingo, con el concurso internacional de escanciadores a las 12.00 horas. En paralelo, se celebrará el Festival del Tortu. A las 19.00 horas habrá una exhibición de cocina de postres con sidra, y como cierre, verbena, a partir de las 22.00 horas, amenizada por la orquesta "Nueva Banda".