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Pequeños científicos Con grandes ideas

Un grupo de niños y niñas participaron en el primer campus de tecnología aplicada al ámbito sanitario celebrado en Oviedo

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Campus de verano para niños en el Vivero de Ciencias de la Salud

El ingenio de los más jóvenes dejó con la boca abierta a sus padres. Los nueve niños y niñas que participaron en el primer campus de tecnología aplicada al ámbito bio-sanitario sorprendieron ayer a sus familiares con los proyectos que idearon esta última semana en un campus para pequeños emprendedores desarrollado en el Vivarium de Ciencias de la Salud de Oviedo.

"La intención es que la gente joven entienda que la tecnología se puede aplicar a temas más serios como la salud", argumentó Belén Martínez, responsable del vivero de empresas de la salud. Una idea que los jóvenes, de entre 9 y 12 años, absorbieron y plasmaron a la perfección través de tres proyectos, pensados para mejorar el mundo.

Un chip integrado en la piel para analizar la sangre de los diabéticos fue la idea que desarrolló uno de los grupos de alumnos de este campus de verano. "Está pensado para gente que tiene miedo a las agujas", relató Mara Fernández, de 11 años, que confesó que también es su caso.

Otro de los proyecto se centró en ayudar a las personas con problemas de espalda a mejorar su postura a través de un "pack" de camiseta, guantes y una silla ergonómica para corregir las malas posturas. También está pensado para "personas que van al fisio por culpa de estar todo el día con el móvil", relató Naiara Febrero, de 12 años, ante la risa cómplice de sus compañeros.

La última de las ideas se centró en el ámbito biológico con la creación de una manta para hidratar a ballenas varadas. "Vi en la tele que mueren muchas ballenas en las playas y quise hacer algo", relató Adriana Llaneza ante la atenta mirada de su abuela, Lila Rodríguez, que confesó que a ella nunca se le ocurrirían ideas tan geniales. Esta fue la tónica general de los familiares. Todos coincidieron en el ingenio de los pequeños y en lo importante que resulta inculcar la creatividad y el germen emprendedor en edades tempranas. "La educación obligatoria debería contar con actividades de este tipo", destacó Aurora del Río, la madre de una de las niñas. Los jóvenes del futuro vienen pisando fuerte.

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