Al agua. Todo está listo en el muelle viejo para los juegos tradicionales de El Carmen de Luanco: cucaña, suelta del pato de goma y los artilugios flotantes. Son algo más de las 19.30 horas y "Hundi-dos", el único artilugio que participó en la jornada, ya había hecho honor a su nombre. Todos sus tripulantes cayeron al agua, a pocos metros de la orilla de la playa de La Ribera. Los palés que fijaban la estructura no pudieron con los trece navegantes que estaban sobre ellos. "Al final, el barco tumbó", explica ya en tierra David López, uno de los "Hundi-dos" que confirmó que el título del artilugio era premonitorio: "Ya sabíamos lo que iba a pasar". "Nos gustaría que hubiera más participantes, esta tradición no se puede perder", afirma el portavoz del único grupo participante en los artilugios flotantes. Todo ello ante cientos de personas que no se perdían detalle de las actividades acuáticas de las fiestas veraniegas de Luanco.

Lalo Ovies, de la asociación cultural "Luanco recuperación de tradiciones" hace de maestro de ceremonias de las pruebas desde el muelle viejo, a escasos metros de la cucaña. Presenta a los participantes, bromea y mientras tanto, otras miembros del colectivo anotan en un folio a los participantes que quieren probar suerte con la cucaña y llevarse el ramo de laurel y con la caza del pato de goma.

Una veintena de chicos se prepara en el muelle. Esperan a que "Luanco recuperación de tradiciones" dé el pistoletazo de salida para la caza del pato de goma. Varias lanchas esconden los dos ánades en la ensenada del muelle viejo. "Una pista, están en la isla del Carmen", bromea Lalo Ovies, mientras los participantes están de espaldas al mar, es decir, que no pueden ver la ubicación de los patos de goma. Y en un segundo, todos van al agua. Los "cazadores" toman diferentes caminos para dar con los "animales". Al poco, se avista el primero en la zona más próxima al muelle y el avilesino Pablo Riesgo ya lo tiene enfocado. Nada rápido y a la zaga tiene a dos competidores. Al final lo consigue. Cerca del paseo marítimo está el otro. El ovetense Guille Fernández Gayol ya lo tiene en sus manos. Ya en tierra, ambos muestran sus capturas orgullosos y cansados por las rápidas brazadas que tuvieron que dar.

Como colofón llegó la prueba de la cucaña, la "reina" de los juegos acuáticos. Un largo tronco de unos diez metros untado de grasa, un ramo de laurel en la punta y 34 participantes que se dieron alguna panzada. Tras tirarse una y otra vez y resbalar y darse panzadas cuando caían al agua, al final hubo tres ganadores: Jaime Ongil, Daniel Sampedro y Alejandro Ordoñez. "Duró la de dios, madre mía", expresó Javier Artime, presidente de "Luanco Recuperación de tradiciones". Adrián García, "Chovo" no tuvo suerte esta vez. El luanquín consiguió coger el ramo de laurel en nueve ocasiones desde el año 2000. Tiene técnica al deslizarse por el tronco, pero le falló la suerte. Eso sí, a todos los participantes, ganadores y no, les encantó pegarse un chapuzón en un día que sí apetecía un baño.