Llevar el timón de un gran velero, sentir el viento del mar en la cara y respirar aire puro. El Camino de Santiago también se puede sufrir y disfrutar a bordo de una de estas embarcaciones de recreo. Lo demuestran los más de cien tripulantes de la treintena de embarcaciones que participan estos días en la segunda travesía "Navega el Camino", que ha tenido como punto de partida el puerto de Hondarribia, en el País Vasco, y como meta, la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, realizando a pie el último tramo del recorrido.

Estos días, los tripulantes contemplan desde el mar el litoral asturiano. Tras visitar Gijón, ayer hicieron escala en Cudillero, y hoy avanzarán por el Occidente hasta llegar a su próxima parada, Viveiro, en la provincia lucense. Está previsto que lleguen a Santiago de Compostela el próximo 27 de julio, tras haber recorrido unas 400 millas.

Para Enhamed Enhamed la experiencia está siendo "muy bonita". Es la primera vez que navega, la primera vez que hace el Camino de Santiago, "y la primera vez que me meto con siete personas dentro de un barco, y tener que fiarme de lo que me están diciendo es verdad". Y es que Enhamed es invidente, lo que no le ha impedido desarrollar una impresionante carrera como atleta. De hecho, sus proezas en la piscina en los Juegos Paralímpicos le han valido numerosas medallas.

Navegar, dice, tiene mucho de "coaching": "Es trabajar en equipo, seguir las órdenes del patrón cuando mande, tener claro lo que hay que hacer y cuándo hay que hacerlo", asegura. Cree que la entrada en la catedral, acompañado por su perra guía "Adelle", será un momento "muy emotivo".

Para el madrileño José María González también es la primera vez a vela, aunque ya completó la ruta jacobea a pie y en bici. "Estar a bordo es una experiencia muy intensa, estamos muchas horas juntos y se pasa muy bien", afirma, aunque reconoce que los primeros días fueron duros.

Uno de los promotores de la aventura, dentro de "North Marinas" (Asociación de Marinas del norte de España), es Federico Fernández-Trapa. Considera "un éxito" el haber doblado en participantes la edición del pasado año, y explica que, hasta el momento, el mar ha sido benevolente: "El tiempo es favorable, y se ha creado muy buen ambiente entre los tripulantes", asevera. Añade, además, que este año se ha logrado que la credencial oficial del Camino incluya la vela, "un pequeño avance" para los amantes de este deporte.